jueves, noviembre 12, 2009

"bloggeando"


El escribir un blog más o menos constantemente es un ejercicio doble. Nos acerca a la idea escrita, sumamente importante para organizar las ideas espaciales propias de la profesión, mientras que al mismo tiempo nos pone en perspectiva el quehacer del arquitecto.
Desde hace tiempo en mi msn aparece la leyenda "bloggeando", precisamente por que no es solo el ejercicio o hobby de escribir o leer blogs, sino el constante abstraer lo que se está haciendo para digerirlo y poderlo mandar en un botella al mar de ciberideas.
El bloggero no descansa... esa es la razón de mi título en el msn.

En la recta final de un proyecto y construcción que nos ha llevado más de dos años, el concepto arquitectónico sigue siendo el hilo conductor de cada decisión que se toma. El discurso del cual surge el objeto arquitectónico debe ser mayor a este. El ejercicio de escribir y ordenar ideas es tan importante como el ejercicio de acomodos espaciales para el arquitecto. El blog como herramienta de introspección debería ser una herramienta más utilizada desde la escuela de arquitectura.

Tan importante como los edificios construídos y los proyectos de los grandes arquitectos, son su libros, ensayos y ponencias, donde tienen la oportunidad de expresarse con palabras y sin tabiques.

martes, noviembre 10, 2009

detonadores


En la escuela los llamaban "repentinas" o "detonadores" y se trataba de ejercicios express diseñados para hacer sufrir al estudiante y al mismo tiempo exprimir dentro de su verde subconsciente arquitectónico lo mejor que pudiera dar.
Estos ejercicios comenzaban temprano por la mañana, con el equipo listo, que en mi época de estudiante todavía consistía en papel, escuadra, cartabón, portaminas, lápices, plumones, acuarelas, gomas, calaveras, estilógrafos, leroy, juego de plumones, acuarelas, pinceles y todo lo que cupiera dentro de una caja de pesca. Ahora supongo que necesitarán solamente un par de baterías extras para la lap.
El tema era una sopresa, pero los requerimientos eran los mismos. Desarrollar un proyecto arquitectónico, desde el esbozo hasta la presentación, con todos los elementos mínimos indispensables, para que al final del día, un jurado de profesores determinara cual era el mejor y por "campanazo" se diera una calificación numérica al resto para promediar en el semestre.

Si bien terminábamos con la cabeza a punto de explotar, es un ejercicio altamente recomendable para el arquitecto. Te abstrae de los problemas de los proyectos "cotidianos" y fuerza a la mente a trabajar mejor.

Este tipo de ejercicios no acaban en la escuela y se nos presentan "repentinamente" incluso en la vida profesional.

Es el caso del proyecto LC01.

Vivienda unifamiliar
2 recámaras
sala t.v.
sala/comedor/cocina
alacena
cuarto de servicio
patio de servicio

área construida = 240.00 m2











sábado, octubre 31, 2009

En el trópico de cada uno


"No tengo dinero, ni recursos, ni esperanzas.
Soy el hombre más feliz del mundo"
Henry Miller, Trópico de Cáncer.


Antonio Terán Bonilla, en una conferencia dijo algo que me marcó. Él decía en aquella ocasión que dentro del quehacer arquitectónico, lo más difícil era lo concerniente al campo de la restauración, por el equilibrio que se debe mantener en el diálogo de lo antiguo con la nueva propuesta (por lo menos esa es la idea que tengo de lo que dijo, que seguramente estas no fueron sus palabras). Si bien la arquitectura de la ciudad es un continuo en el tiempo y el espacio, cada acción que tengamos, sobre todo en lugares altamente comprometidos con la historia, como pueden ser los centros históricos o las zonas monumentales, es tan delicado como querer arreglar una obra de Beethoven, Rembrandt o Bernini. Es obvio el cambio de técnicas, economías y mano del artista.
Pero algo parecido sucede con la obra personal de cada artista. En cada obra debe existir una evolución, para lo cual debe haber continuidad y no rompimiento. Reinventarse a sí mismo es tan complicado como reinventar a un tercero. La prueba y el error tienen poca cabida en un ejercicio como lo es la arquitectura. La evolución debe venir del pensamiento y no de la obra terminada. La intención se debe leer con más valor que el resultado, pero es este último el fin de la primera.
Se deben tomar las cosas con calma y cuidado... y mucha honestidad. Es indispensable hacer un ejercicio de introspección al final y principio de cada proyecto, sacudirnos las ideas y limpiarnos de lo que nos sobra para poder partir de un punto claro... y ya siendo "el hombre más feliz del mundo", empezar de nuevo.

miércoles, octubre 28, 2009

Renovarse continuamente


"La arquitectura no existe,
existe una obra de arquitectura."
Louis Kahn.

La diferencia para mí entre las 3 principales ramas del diseño aplicado: diseño gráfico, diseño industrial y arquitectura, aparte de la escala, son el tiempo en que el diseñador puede ver concluido su esfuerzo. La arquitectura es la prueba de fondo del diseño. No se trata de ser veloz sino constante, mantener el paso firme de principio a fin y no desesperar en el camino. Nuestra propuesta de hoy puede ser terminada en varios años, cuando nosotros mismos ya hemos cambiado. Es por eso que el arquitecto debe aprender a dividir las obras en pequeñas metas parciales. El diseño del proyecto es en un principio una gran nube, que al irse despejando va abriendo paso a la oportunidad de hacer nuevos diseños sobre un mismo tema. Cada escala es un pretexto para un nuevo ejercicio de diseño, que va desde el gran plan maestro hasta el más mínimo detalle.
Diseñando las parcialidades es la única forma de no perder el paso y poder finalizar el todo.

El diseño de la bisagra se vuelve tan importante como el del plan maestro. Y cada parte es una oportunidad para renovarse y corregir la idea inicial del proyecto.

lunes, octubre 26, 2009

¿y ahora quien lo firma?


"He cometido el pecado mortal de tener ideas en una democracia."
Frank Lloyd Wright.


Es obvio quien recoge el premio al mejor actor, mejor actriz o mejor director... incluso cuando el esfuerzo no es exclusivo de sus personas y detrás de ellos hay un enorme grupo de gente auxiliándolos. ¿Pero el premio por mejor película quien lo recoge?
Dichosos los artistas que en su persona recae la gloria o la pena del fracaso. De ellos es toda la responsabilidad del resultado. Al pintor o al escultor no se le dice si le falta una pincelada más o un golpe menos. Pero en el quehacer del arquitecto son muchos los factores que intervienen en el resultado de la obra. Reglamentos y leyes locales, estatales o federales, normas, factores económicos, factores naturales, factores sociales y después de un largo etcétera, la propuesta del arquitecto.
Es cierto también que gracias a ese maremagnum de factores que actúan sobre la obra, esta tiende a retroalimentarse continuamente y así tiende a una mejor solución. La genialidad del arquitecto dependerá entonces de la gracia con la que orqueste todos esos factores y lleve la empresa a buen término.... algunas veces muy a su pesar pues la obra parece tomar vida propia, ajena a la voluntad de su creador, siguiendo caminos que nunca nadie podría haber esperado. ¿El hombre nuclear o Frankestein?... eso nadie puede saberlo.

Entonces... ¿quien se debe parar a recoger el premio?

sábado, octubre 24, 2009

RELATIVIDAD DE LA DISTANCIA EN LA METÁPOLIS


Solo por seguir el hilito de un tema ya muy comentado: la relatividad de las distancias en el mundo actual. Y esto viene por esa concientización que ronda los rincones de la red y que nos recuerda, que la generación de quien esto suscribe, conoció un mundo muy distinto al que conocerán nuestros hijos. La distancia, medida del espacio, ha cambiado. Podemos relacionarnos con individuos de lugares lejanos mientras nos apartamos de la gente que vive cerca de nosotros. No conocemos al vecino de la puerta de al lado, pero chateamos con amigos de otras ciudades o países diariamente. Buscamos trabajo en transnacionales en cuyas oficinas nunca pondremos un pie, pero pedimos por teléfono que un repartidor nos traiga la pizza de un local a 5 cuadras.

Hoy necesitamos un Marco Polo que nos hable de esos desconocidos lugares que se encuentran en nuestra misma ciudad, mientras, casi atentos, observamos sin parpadear la Gran Muralla por medio de una webcam...

... o leemos en versión e-book Las Ciudades Visibles.

viernes, octubre 23, 2009

profesión u oficio

"- Señor Van der Rohe, ¿cómo consigue hacer esas cubiertas planas tan grandes...? -Pues... ¡con goteras!"



Hace unos días escuchaba algún comentario en la estación de radio local. Dicho comentario giraba en torno a un proyecto en el que proponen hacer una escuela para certificar localmente a los "oficios". Sobre "oficios" se referían a la noción generalizada de todo aquel aprendizaje, muchas veces heredado por generaciones, que no se adquiere mediante un sistema "escolarizado", por ejemplo la carpintería, electricista, plomería, etc.
Hemos caído muchas veces en el juego de pretender sentirnos a salvo gracias a la certificación de la profesión que significa el título universitario, siendo esta idea lo más lejano a la realidad. El tiempo que se pasa en la carrera es tan solo una guía para prepararnos a salir y aprender un oficio. El oficio entonces debería estar considerado como un nivel más alto que el de profesionista.
Profesionistas podemos ser cualquiera que aguante los cinco años de la carrera. Para adquirir los conocimientos que nos permitan llamarnos "oficial" (o maestro, sin confundir con "master"), se necesita dedicación y muchos años de atento aprendizaje.

En España reclaman sobre el Plan Bolonia (seguramente en muchos otros países también), pero finalmente una certificación de 360 0 360,000 horas no significa que estemos mejor preparados, solamente que estuvimos más tiempo en un salón de clases y por lo tanto fuera de la realidad.

Yo ya soy licenciado en arquitectura.... espero poder algún día tener el oficio de arquitecto.

miércoles, octubre 14, 2009

Yo soy yo y mis circunstancias


La obra de arte es un diálogo entre el artista y el espectador... es una forma de comunicación. Es el juego en el que el artista a través de su quehacer juega con las experiencias sensoriales de quien vive su obra.
En la arquitectura ese juego se logra a través del recorrido espacial. La arquitectura es el desplazarse en el tiempo por el espacio, sentir olores, temperaturas, colores, sonidos y texturas, que el arquitecto hábilmente puso ahí para enaltecer nuestros sentidos.
Pero ese juego (o juguete) que es la arquitectura, tiene muchas condicionantes a su vez. La relación del emplazamiento físico con la arquitectura es una de las condicionantes más importantes.
Aquí es donde el problema del restaurador se vuelve complicado, pues al contrario de otros tipos de arte, la arquitectura se encuentra obligadamente relacionada con un emplazamiento y el pretender restaurarla (regresarla a su forma original... por ahora no entraremos en otra serie de conceptos que se manejan en torno a la teoría de la resturación per se), también implicaría restaurar sus condicionantes físicas (por no hablar de las condicionantes económicas, sociales, etc.).
¿Entonces debemos esperar del objeto arquitectónico, que al cambiar las condiciones circundantes (no solo las físicas espaciales), este se vuelva "obsoleto" y su restauración imposible?

Cuando el objeto arquitectónico adquiere, a través del tiempo, el grado de "objeto de arte", debemos conservarlo no solo en su materialidad, sino también en su relación física con su entorno.

Un ejemplo de esto es la pérdida irreparable del espacio que antes se conoció como "Acceso al Pedregal" (empezó a perder sentido desde que el sentido de la circulación cambió y se volvió una salida.


Sobre este tema el siguiente blog ahonda profunda e interesantemente:



lunes, septiembre 28, 2009

Castillos de aire



Son pocas las intervenciones de las que me acuerdo haber hecho durante la carrera para defender ideas rayando en la terquedad. Pero cuando uno ha abierto la boca, ya no queda más remedio que sostener lo dicho o morir en el intento.Recuerdo una de esas terquedades de juventud durante la clase de Marcos Mazari. Él sostenía en esa ocasión que la arquitectura para ser tal debe estar construída, pues ese es su fin primordial. Pensar que las obras de Ledoux, Boullé o Lequeu entonces quedaban fuera de la arquitectura en verdad me indignaba... la discusión duró hasta que la clase terminó y se decretó empate técnico... bueno... eso digo yo.

La verdad es que al construir lo que uno propone sobre el papel (o la pantalla), da la oportunidad de ver y enmendar errores. Tener la oportunidad de construir las obras que uno mismo proyecta tiene un gran valor, tanto para el arquitecto, como para el cliente. Somos muy dados o a pensar demasiado o a ejecutar sin pensar, pero este largo y sinuoso camino de llevar a la realidad lo que alguna vez fue materia de sueños y pensamientos, deber recorrerse con calma y gusto.
Cada obra nos prepara un poco más para la siguiente.



lunes, septiembre 21, 2009

.. what dreams may come


Dijo Joan Miró (o tal vez fue Picasso), que le costó toda una vida poder dibujar como niño. A veces es largo el camino para llegar a las soluciones simples.La naturaleza propone soluciones siempre armónicas, que siguen los patrones más lógicos, cuando como diseñadores encontramos las soluciones limpias de todo excedente, la solución no puede tener peros.
Pero esa carencia de excedentes no debe referirse simplemente al aspecto estético de la obra. A veces la soluciones que aparentemente parecen sencillas, constructivamente dejan de serlo.
Es el caso de la fuente del Country Club, que ya presentada ahora es un verdadero problema estructural y técnico... tengan cuidado con lo que sueñan!

martes, agosto 04, 2009

EMPEZAR POR LOS PECES GORDOS

En cualquier quehacer humano hay problemas de todo tipo y el ejercicio de la arquitectura no se queda excento.

Si bien en plática de café todos creen tener la solución (tipo piedra filosofal) a todos y cada uno de los problemas que nos aquejan día a día, en la práctica el tamaño de esos problemas sobrepasa cualquier capacidad organizativa existente. Es simplemente imposible corregir el árbol torcido de la sociedad. Así que lo más prudente es atacar lo que ocasiona los mayores problemas y dejar los problemas más chicos en un segundo plano (alguien bien dijo que cuando solucionas tu mayor problema, el que estaba en número 2 pasa a ser entonces el mayor y siempre tendremos un gran problema que solucionar).
Pero en nuestra profesión solemos reconocer y premiar precisamente a quien comete, si no más, por lo menos los mismos errores que el resto de nosotros. Vemos las revistas, libros y concursos llenos de arquitectos y arquitectura que en realidad no están marcando un camino hacia un punto mejor del que estamos parados.
Me refiero específicamente al problema de la ecología y la sustentabilidad en los proyectos arquitectónicos. ¿Por qué si ya existen certificaciones como la LEED, no es ya una exigencia por lo menos a los grandes arquitectos superstar en todos y cada uno de sus proyectos? Hay quien lo toma en serio y para quien no sea necesario que una certificación de ese tipo exista, pero solo hay que ver cualquier publicación para ver que estamos premiando y copiando arquitectura ecológicamente hipócrita.

Hace un par de noches me topé con un programa que hablaba sobre la degeneración en las razas de perros pura sangre y cómo precisamente son los concursos de belleza quienes más han hecho que las razas estén degenerándose al premiar estándares que van contra la natura de la raza misma. En la arquitectura estamos haciendo exactamente lo mismo. El reconocimiento se lo llevan, en gran medida, proyectos fuera de presupuestos, tiempos de entrega, responsabilidad con su entorno físico y social, planes de desarrollo, reglamentos locales y un largo etcétera.

Es tal vez imposible que un edificio, como cualquier obra humana, cumpla con todos y cada uno de los requisitos, pues en esencia será siempre perfectible... pero podemos ser más duros y no aplaudir como cualquier "villamelón" faenas que no lo son.

PD... así como no todo lo que brilla es oro, no todo lo que se pinta de verde lo es.

jueves, julio 23, 2009

Arquitectura y La Crisis


Es en los momentos históricamente difíciles cuando el ingenio humano avanza. Las ideas sobre lo que debía ser la arquitectura, que se generaron en escritos y manifiestos a finales del siglo XIX y principios del XX, en cafés de Viena o París, en plena Belle Epoque, tuvieron su prueba de fuego en la segunda década, durante la Primera Guerra Mundial, cuando la realidad superó a la ficción y se debía actuar más que platicar.
Las ideas de la Bauhaus, sobre arte, artesanía, diseño y objetos dignos para los trabajadores, encontraron su aplicación en la etapa de la posguerra. Fue también en esa etapa y no en los escritos de un LeCorbusier, Mies o Gropius, donde se dio el caldo de cultivo perfecto (y forzado) para que la vivienda tal y como la conocemos hoy se desarrollara. Los grandes proyectos que dieran espacios dignos, funcionales y suficientes a las familias eran una necesidad.

Si bien no estamos en la realidad de una posguerra, las condiciones vuelven a ser adversas para el desarrollo inmobiliario a nivel mundial. Los créditos se detienen y con esto el engranaje inmobiliario se atasca. Es momento de pensar en nuevas soluciones más allá de los paradigmas para sobrepasar este momento que a todos los que estamos en este barco nos afecta.

Es momento de releer, eso sí, de una manera rápida y eficiente, los viejos manifiestos y ver la aplicación que de estos se materializó... tal vez algo aprendamos del pasado que nos pueda abrir el futuro.

viernes, julio 17, 2009

Human vs. Machine


Ya habían pasado más de tres cuartos de siglo desde que se presentara el Palacio de Cristal de Paxton cuando Fritz Lang crea esa obra de culto que es Metrópolis, basado en una novel a de su esposa Thea. El discurso de la voracidad de la máquina sobre el trabajo humano sigue tan actual como entonces.

Pero creo que la máquina ha ganado la batalla.

La interminable plática de café sobre la situación actual (parece que todas las "actualidades" sufren la misma "situación"), siempre termina en la deficiencia del sistema educativo y cómo un país sin educación no puede aspirar a más de lo que tiene. Pero eso se complica si vemos que es verdaderamente imposible enderezar el camino de la educación cuando precisamente quienes deben educar a las nuevas generaciones sufren de esa misma carencia. Es decir, solo hay que ver a los maestros para saber lo que esperaremos de los alumnos. En fin, esa plática, como dije antes, parece no salir de la mesa de café.

Pero eso no solo sucede con la educación (o tal vez es por eso que sucede en otros ámbitos), y lo vemos reflejado en la arquitectura muy claramente.

La máquina ganó la batalla.... y la ganó en diferentes frentes. El arquitecto, con el mundo a un click de su dedo de distancia, parece ser cada vez menos capaz de desarrollar una mejor arquitectura. El hombre dejó de pensar esperando que la máquina piense por él.

El oficio se ha perdido desgraciadamente. Las empresas optan por mecanizarse, incluso en los más básicos trabajos de construcción como puede ser cavar una cepa, que confiar el trabajo a las ya-no calificadas manos del albañil. La arquitectura sufre las consecuencias de la pérdida de oficio desde el maestro de obras, hasta el diseñador, administrador y promotor del inmueble. Solo falta abrir los ojos y ver que las ciudades no son mejores que antes... son mucho peores.

... tal vez sea hora de aprender a usar la tecnología, pero con los ojos del pasado... de cuando había oficio para hacer las cosas.

miércoles, julio 15, 2009

sobre Siza y Saramago...


Los arquitectos a menudo sentimos que somos los guardianes de un secreto milenario, una especie de secta secreta de cuyos símbolos y secretos solo nosotros tenemos conciencia. Los demás simples mortales no nos entenderían jamás... ni siquiera nuestros clientes, ellos que se dediquen a lo suyo, pagar los proyectos.

Pero no es así, la arquitectura debe ser habitable y diseñada para cualquiera, no solo para arquitectos, y es bueno recordarlo. El punto de vista del usuario debe ser nuestro mismo punto de partida, su entendimiento es escencial para llevar cualquier proyecto al éxito.

En su peculiar sensibilidad del mundo y sus "tejemanejes", Saramago ha escrito sobre arquitectura. Y lo hace, desde luego, desde el punto de vista de quien, sin ser arquitecto, entiende de sentimientos, de espacio, de luz y sombra...
Copio su entrada, que es buen punto de partida para la reflexión de quien de esto vivimos:

"

Siza Vieira

By José Saramago

Toda arquitectura presupone una determinada relación entre la opacidad natural de la mayoría de los materiales empleados y la luz exterior. Los gruesos muros románicos se abrían difícilmente para que la claridad del día moviese, en un espacio que parecía rechazarlas, las sombras que precisamente acabarían dándole sentido. La sombra es lo que permite hacer la lectura de la luz. El gótico se rasgaba verticalmente en vidrieras que, dando paso a la claridad, al mismo tiempo la matizaban para rescatar en el último instante el efecto misterioso de la penumbra. Incluso en los modernos tiempos, cuando la pared es, en gran parte, sustituida por aberturas que casi la anulan, que la hacen desaparecer en absurdos revestimientos de vidrio que diluyen sus propios volúmenes en un proceso de caleidoscópicas reflexiones y proyecciones, la necesidad de apoyo del que el ojo humano no puede prescindir busca ansiosamente un punto sólido desde donde descansar y contemplar.
No conozco en la arquitectura moderna una expresión plástica en que el primordio de la pared sea tan importante como en la obra de Siza Vieira. Esos muros anchos y cerrados surgen, a primera vista, como enemigos inconciliables de la luz, y, al dejarse finalmente abrir, lo hacen como si obedeciesen contrariados a las inaplazables exigencias de la funcionalidad del edificio. La verdad, según entiendo, es otra. La pared, en Siza Vieira, no es un obstáculo para la luz, sino un espacio de contemplación en que la claridad exterior no se detiene en la superficie. Tenemos la ilusión de que los materiales se volverán porosos a la luz, de que la mirada penetrará la pared maciza y reunirá, en una misma conciencia estética y emocional, lo que está fuera y lo que está dentro. Aquí, la opacidad se ha hecho transparencia. Solo un genio sería capaz de fundir tan armoniosamente estos dos irreductibles contrarios. Siza Vieira es ese taumaturgo."

martes, julio 07, 2009

lo que queda después...


"Live fast,
die young,
stay pretty"


En verdad fue imposible no verlo. Traté de evitarlo, no por pose o por tomar partido, sinceramente era algo que no me interesaba. Pero a medio zapping me lo topé y ya no pude seguir los 20 minutos que restaban de la repetición. Sí... estoy hablando del evento mediático más importante del siglo XXI sin lugar a dudas y sobre el cual se escribirán muchos, muchos, libros. La ceremonia pública del adiós a Michael Jackson.

Sin adentrarnos en detalles, pues no terminaríamos, uno de los pilares de la cultura pop más importantes dejó de existir y el maremagnum que esto provocó no es menos que sorprendente. Es como si hubieran desaparecido Mickey Mouse o la sopa Campbell's.

La ceremonia, transmitida a todo el mundo en tiempo real, fue como exprimirle el zumo a la palabra (y sentido) "POP". Y "pop" fue el evento. Luces, imágenes, música, dirección de cámaras y coreografías pensadas en tocar cada fibra pop de quien lo viviera.

"Live fast, die young, stay pretty". Michael Jackson ha tenido el destino (y suerte) de los grandes íconos y su nombre estará al lado de nombres como James Dean, Elvis, John Lennon, el Rey Lagarto o Pedro Infante.

"Live fast, die young, stay pretty". El mayor vacío que un icono cultural puede dejar, es precisamente al dejar de existir en su plena gloria. Es la única forma de ganarle al tiempo. Es congelar su fama sin que se deteriore.
Es este vacío el que dejaron las torres gemelas del WTC una mañana de septiembre. Para quienes no conocimos Nueva York antes del atentado, el sentimiento fue el de haber perdido la oportunidad de ser conocer una parte muy importante de nuestra era.

El espacio que la desaparición de los íconos culturales deja es el más grande parteaguas que una era puede crear. Nos recuerda que el fin último de la existencia es precisamente el dejar de existir.


Para que el movimiento moderno terminara, el Pruitt-Igoe tuvo que morir.




viernes, junio 26, 2009

¿idea o ejecución?



La obra debe realizarse para ser tal.


La obra de arte está compuesta por dos cabos escenciales, quien desarrolla la "idea", en un extremo y quien desarrolla el "acto" en sí. No existe sin uno u otro. Pero culturalmente uno tiene mayor peso que otro dependiendo de quien lo mire. En Europa el director de una película es quien le da el peso específico a la misma, mientras que en Estados Unidos son los actores quienes ponen su nombre (y el productor quien recibe el Oscar..). Así que una película es "de" Fellini, Saura, Truffaut o Almodovar en Europa y de Harrison Ford, Angelilna Jolie o Cameron Díaz en Estados Unidos, donde poco nos importa el director (esto es, obviamente, una generalidad y no se dejan a un lado actores europeos o directores estadounidenses de gran importancia).
Lo mismo pasa entre compositor / intérprete en la música, coreógrafo / bailarín en la danza, etc.

En la arquitectura pasa más o menos lo mismo. Aún en la época de los arquitectos "super star", existe en Estados Unidos un afán por dar nombre a quien finalmente realiza la obra tanto como a quien la idea. Architectural Record anexa la ficha técnica de las obras dando el crédito por la ejecución de las diferentes partes que intervienen a los distintos subcontratistas.

No es difícil encontrarnos en la situación de arquitectos que una vez entregado (y muchas veces mal cobrado) el proyecto, tienen poca o nula ingerencia en el desarrollo y ejecución de la obra, lo que declina, casi irremediablemente, en edificios que nunca fueron lo que "ideó" el autor.

Han pasado casi diez años desde que visité por primera vez una obra de quien fue mi gran ídolo durante la carrera de arquitectura. Richar Meier. La obra, el MACBA. Mucho aprendí de esa visita.. buenas sorpresas y grandes decepciones. Una de esas fue la mala calidad en el acabado de la obra. Saltaban los defectos en una obra que siempre imaginé debía ser inmaculada. Y lo mismo pasó con otras más de diferentes autores, al grado de tener ya cierta aversión a "acercarme demasiado" a los edificios.





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Es entonces que entiendo por qué el Oscar lo recibe quien puso el dinero. Al igual que en el cine, la última palabra generalmente la tiene el dueño y a él se le debe el resultado final de la obra. ¡Que ellos reciban el Pritzker!


martes, junio 16, 2009

entre copas (o "a todo se acostumbra uno...")


Form followed function.

Tras la grata visita de un muy querido amigo el viernes pasado terminé la noche lavando las copas con las que poco antes habíamos compartido un par de tintos y un Asti. Si bien el gusto por el vino, hasta ahora, solo se ha quedado en eso, en puro gusto, y no ha trascendido siquiera a llamarse "hobby" ni nada más pretencioso, siempre me ha dado orgullo tener un buen juego de copas y aprovechar cada ocasión para beber cada uva con su correspondiente contenedor de cristal. Y todo esto lo cito pues la reflexión vino al estarlas lavando, al hacer un poco más consciente la importancia de que así sea; que para cada bebida exista un contenedor específico. Verdaderamente "no se debe" tomar una bebida en la copa errónea. La copa se diseñó siguiendo una función específica en cuanto a tamaño y forma. Existen las diseñadas para guardar los vapores en su interior, hasta que la nariz del bebedor entre por ellos, las hay para recibir la cantidad exacta de licor, o las que son enfriadas para poder prolongar la baja temperatura de la bebida por más tiempo.

¿Por qué nos empeñamos en crear espacios multifuncionales que pretendan recibir cada diferente gota de nuestra vida por igual?

La versión 2.0 de la casa circular, o loft, pretende ser la copa mágica que pueda recibir cualquier bebida en su interior. Estéticamente sorprendente, esa sorpresa dura lo que no tardamos en girar 360 grados la cabeza. En un momento todo está visto. Se acabó la sorpresa. Es ahí donde todas las escenas de la película se llevaran a cabo. Punto.

... prefiero mi juego de copas de cristal.



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sábado, junio 06, 2009

¿Dónde guardamos las cosas?


No sé si sea algo común en el gremio, pero parece que siempre olvido la cantidad de cosas que se acumulan continuamente.

Estoy en medio de una limpieza total ("borradita general", como decían en las correcciones de las clases de proyectos) de mi espacio de trabajo ("lugar de engorde" como es nombrado en esa hítica novela Generation X). Pues resulta que llegó un momento en el que era casi imposible llegar al escritorio sin tener que pasar sobre cajas... y ni pensar en recibir clientes. Mascarilla en cara desenpolvé una a una las cajas y de ella salieron, más que objetos, recuerdos. Recuerdos con cara de juguetes, recuerdos con cara de libretas de viaje, recuerdos con cara de material que el oficio ha relegado a los museos, recuerdos de la época en la que los 3D se llamaban maquetas. Tenemos la mala práctica de guardar los recuerdos en forma física el mayor tiempo que podamos, llenándonos de cajas de ellos que tristemente se volverán a olvidar.
En realidad la limpieza no arrasó con todo, seguramente por que esas cajas ya habían pasado por otra revisión igual con anterioridad.

Todo esto me llevó a pensar en los espacios destinados para el olvido, y cómo nos olvidamos de ellos. ¿Se han fijado que ni arquitectos ni clientes le dan tanta importancia a esos espacios? Si las cosas que guardamos son tan importantes que no se deben tirar a la basura, ¿por qué terminan en el hueco bajo la escalera, en el baño de visitas, o en el cuarto de servicio que no podrá volverse a utilizar como tal?  Parece que en nuestra indecisión de saber qué hacer con nuestros propios recuerdos, los mandamos a un limbo espacial en espera que el tiempo nos conceda la sabiduría, o el valor, necesarios para finalmente botarlos fuera de nuestras vidas. 

¿Cuántas ideas tendremos arrumbadas en la cabeza?

domingo, mayo 31, 2009

la propiedad del espacio

El individuo en cada etapa de su existencia procura el mejoramiento de su espacio. Este espacio individual es dinámico y cambia junto con las necesidades físicas, mentales y espirituales de cada quien.
El que el individuo sepa que puede cambiar y ser dueño de su espacio le brinda seguridad y comfort. ¿Pero qué es el espacio individual?
Si pensamos que básicamente el "territorio" de la persona es su hogar, ¿qué tanto podemos mermar o quitar de este antes de que deje de ser su territorio? Si eliminamos la cocina ¿deja de ser su hogar?; si quitamos las recámaras ¿deja de ser su hogar? ¿o los baños o la estancia? ¿Una casa de campaña es un hogar?
El espacio individual viaja con la persona. Es la noción de este lo que le da dimensión y forma. No existen espacios grandes o pequeños, pero sí la sensación de mayor o menor control de este por parte de cada individuo. 
La persona se desempeña mejor cuando se encuentra dentro de su "territorio", es decir, dentro de los límites que conoce y donde tiene "control". Al salir de estos límites se vuelve temeroso por haber perdido este control y se encuentra en desventaja ante las mismas situaciones que pudiera manejar en su territorio.
Quien más rápidamente entienda las características de cada nuevo espacio, más rápidamente y mejor lo hará propio y dejará de ser, para él mismo, un extranjero.
El viajero que regrese a una ciudad conocida, la disfrutará y entenderá mejor que quien se encuentre ahí por primera vez.

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Hoy los pumas llevaron su espacio individual a Pachuca y jugaron como en casa. 




martes, mayo 26, 2009

Matemos al centro comercial !!!

El centro comercial desplazó al parque como lugar de reunión. Equipado con grandes estacionamientos a los que pudiéramos acceder en nuestros humeantes autos, el "mall" era el punto de encuentro para el hombre del siglo XX. La sociedad consumista podía saciar en él su necesidad de comprar para tener un nivel o status que le diera felicidad. 

Pero las reglas del juego están cambiando.

Al principio del siglo XXI ya se le conoce como "la década perdida". La crisis financiera, junto con la crisis ecológica (calentamiento global, inminente final de la era de los hidrocarburos, búsqueda de energías limpias) nos ha llevado a cuestionar la forma de vida del hombre de finales del s. XX . El centro comercial, estupenda respuesta a las necesidades del hombre consumista, parece estar llegando a convertirse en un planteamiento obsoleto. La gente está dejando de acudir a ellos pues hace más evidente que en ningún otro sitio el estado económico en el que se encuentra. ¿Para qué ir a un lugar cuyo principal objetivo era la compra-venta si no puedo ser parte de ese esquema? Incluso los sectores de la sociedad con una posición económica holgada han empezado a pensar dos veces si es prudente en este momento exhibirlo como antes. 

Pero la sociedad no puede encerrarse en sus casas. Es el momento de regresar al  "espacio anti-capitalista". Un lugar donde precisamente la gente acuda para refugiarse de la crisis económica que azota a las naciones. Si el centro comercial es el lugar donde se daba liquidez al dinero y hacía de su movimiento la base de la creación de la riqueza, al nuevo espacio la gente debe ir a "no gastar" sus recursos. Kioscos donde se presten libros para que la gente los lea y al terminarlos los cambien por otros títulos, estacionamientos de bicicletas a préstamo, espacios que promuevan la interacción de las personas y los alejen del estrés, soluciones que una y otra vez se han propuesto en diferentes ciudades ahora tendrán su oportunidad de derrotar al centro comercial. 

Regresemos un poco a la plaza con el pozo de agua donde los habitantes del pueblo se reunían. Regresemos un poco al hogar de la casa al rededor del cual la familia se reunía. Y desde ese punto empecemos a plantear (o replantear) el espacio del siglo XXI.

viernes, mayo 22, 2009

Las edades de la ciudad (o "todavía tenemos patrimonio que perder")

Las ciudades pueden estudiarse como seres vivos.
Desde su nacimiento/fundación sufren acontecimientos semejantes a los biológicos. Entran en etapas de crecimiento, que de acuerdo a varios factores, internos y externos, pueden ser más o menos rápidos. Las ciudades también enferman, sanan o mueren.

El crecimiento de las ciudades, entendiéndolas como el todo, se puede leer en el análisis de sus partes. Esta lectura nos llevará a entender y separar las distintas épocas, momentos o "edades" de la ciudad.
Ya que la arquitectura es la respuesta a los problemas y necesidades de la sociedad, esta nos hablará de lo que se vivía en el momento de su surgimiento. El aumento o disminución en la tipología de cierto tipo de edificaciones de algún momento histórico definido; el crecimiento o surgimiento de nuevas colonias y fraccionamientos y su intensidad; la aparición de edificios de diferentes tipos de servicios, primarios, secundarios o terciarios; e incluso la lectura de los estilos arquitectónicos de cada época son las bases para la lectura de la historia de cualquier ciudad.

México (como seguramente muchos otros países) ha sido un país que sistemáticamente ha tenido miedo al cambio y la propuesta en cuanto a conservación y restauración de su patrimonio se refiere. Queremos que las cosas se queden en su estado ideal (mismo que muchas veces nunca tuvieron), congelándolas en el espacio-tiempo y no permitiendo que envejezcan, maduren o se transformen. Estoy seguro que esto se debe en gran parte a la ignorancia en las acciones que ha llevado a que irremediablemente se pierda gran parte del patrimonio edificado, natural e intangible. ¡Pero atención!, esta ignorancia proviene de todos los niveles de sociedad que intervienen en el cuidado de lo nuestro: autoridades, profesionistas, dueños, usuarios y pueblo en general que hemos permitido que esto suceda. "La gata no era arizca, así la hicieron" reza el dicho, y esto es lo que ha ocurrido con la salvaguarda del patrimonio, para evitar que la ignorancia termine con él, ignorantemente se han colocado todas las trabas para que no se pueda llevar ninguna acción, ni buena ni mala. "Si el patrimonio se ha de perder, que sea el tiempo quien acabe con él, no yo... a mí que no me culpen... yo no hice nada... yo no lo toqué... es más, ni siquiera lo vi de reojo" debería estar escrito con letras doradas en el vestíbulo del Instituto que tiene su cuidado a cargo.

Hoy aparece la noticia en el diario de Tehuacán: "quieren que sea histórico el centro". De esa frase se pueden deducir varios puntos. 

Primero: que hay alguien que "quiere" que el centro (de la ciudad) sea histórico, ya que por él mismo no lo es. Para que se decrete que una zona en general (el centro de la ciudad en particular) sea considerado como "histórico", debe existir una densidad considerable de monumentos patrimoniales dentro de un polígono específico que ameriten que este sea considerado como tal en su totalidad. La ley de monumentos que actúa sobre nuestro patrimonio, que además cabe decir, es unos cuantos meses mayor en edad que quien esto suscribe, no específica cómo medir dicha densidad ni establece parámetros objetivos para hacerlo.

Segundo: ¿Por qué alguien querría hacer del centro (de la ciudad) algo que no es? La Ley contempla el cuidado y resguarda, así como sanciones a quien no las cumpla, del patrimonio en general. Los edificios que por cualquiera de la lista de razones que la Ley marca, deba ser considerado como patrimonio, no debe estar "registrado" ni "dado de alta" en ningún lugar, lista o catálogo para ser protegido. No es necesario que se declare toda una zona o polígono como "histórico" para que la salvaguarda del patrimonio quede garantizada. Es más, si el patrimonio se ha ido perdiendo, es precisamente por la ignorancia de las autoridades municipales, estatales y federales por no actuar e impedirlo. 

Tercero: Si alguien quiere que el centro (de la ciudad) sea considerado como histórico, cuando la gran parte de los edificios que deben ser tomados como tales se han perdido, es por alguna razón, seguramente para su interés propio.

Al hacerse la declaratoria de Centro Histórico o Zona de Monumentos, la Ley Federal no solo actúa en el edificio en sí, sino en la totalidad del polígono. Esta actuación, como antes mencionamos, significa que no se toque nada sin el beneplácito de la Ley de 1972y del Instituto Nacional de Arqueología e Historia. Para poder actuar sobre tal vez el 98% de los edificios que componen el Centro Urbano de la ciudad de Tehuacán, se debe someterse a los lineamientos, altamente restrictivos, de un Instituto que aboga por "cuidar" al restante 2% (acción que en la práctica dudosamente se realiza).
La Ley del 72 marca como monumentos edificados patrimoniales todos aquellos que fueron creados hasta el siglo XIX. Los monumentos del siglo XX quedan bajo el resguardo del INBA. Esto de entrada ya es muy cuestionable si pensamos que para que algo sea considerado "antigüedad" debe tener más de 100 años, lo que ya empieza a dejarnos lagunas entrado el siglo XXI.

Ahora bien, regresando al concepto de las "edades" de la ciudad, Tehuacán ha sido, desde su fundación, un lugar principalmente de comercio entre varias regiones. Une la mixteca alta con el comercio del golfo y del centro. Esto lo ha mantenido en constante cambio durante su historia. Pero tal vez el momento histórico más importante haya sido el que impulsó la industria del agua mineral. Hablamos de los años 30's, 40's y  50's (en 1928 José María Garci-Crespo y Carlos Silva fundan "Manantiales de Tehuacán S.A., que luego se convertiría en Manantiales Garci-Crespo y más tarde en Peñafiel). Es esta industria la que dará una mayor proyección nacional e internacional a la ciudad de Tehuacán.
Este momento histórico quedará plasmado en su arquitectura. El "mejor Tehuacán", por así decirlo, será el desarrollado en ese momento. Encontraremos entonces que si hay alguna arquitectura que debamos cuidar en esta ciudad será la de la primera mitad del siglo XX.
Es el momento en que el desarrollo impulsó nuevas colonias, con nuevas trazas que contemplaban rotondas y paseos, ligadas a la retícula o traza en damero característica del virreinato. Aparecen cines, teatros, hoteles e incluso un centro escolar producto del interés estatal por corregir la enseñanza en los 50's. Libros se han escrito sobre esta época en Tehuacán y no tiene caso citar cada uno de los ejemplos importantes que existieron y que desgraciadamente se han dejado perder por la falta de actuación e ignorancia de los habitantes y sus representantes.

El pretender encapsular el centro urbano bajo el título de "histórico" hará mucho más difícil el ya raquítico intento por defender y preservar el patrimonio de la mejor época de Tehuacán. Los ya pocos ejemplos de los estilos Art Decó y Colonial Californiano (único verdadero estilo de "autor" que ha existido en la ciudad, con las deificaciones del despacho capitalino de Olagaray y de la Mora). Al INAH no le importa ese período y el INBA prácticamente nada hace por su resguardo.
La arquitectura de la mejor época económica y social de Tehuacán se perderá por la ignorancia de quien "quiere que sea histórico el centro".

Tras haber perdido el Reino de Granada, su madre le dijo a Boabdil: "no llores como mujer lo que no supiste defender como hombre". 
Con acciones retrógradas como esta, de la misma manera lloraremos por el Tehuacán perdido.


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link a la noticia publicada el 22 de mayo de 2009 en "EL MUNDO DE TEHUACÁN":

jueves, mayo 21, 2009

problemas de ayer y problemas de mañana

La arquitectura, antes de construirse, debe pasar por un proceso intelectual. Este proceso debe basarse en las teorías que dan la línea a seguir para resolver los problemas que se espera resuelva la arquitectura. A medida que estos problemas van cambiando, también deben hacerlo las teorías. La historia de la teoría arquitectónica nos muestra entonces que se trata de un proceso evolutivo. 
A veces, excelentes soluciones a los problemas de ayer, terminan volviéndose los problemas del mañana. El transporte individual daba al hombre la libertad que antes no tenía... ahora es un problema y se buscan soluciones en las que el hombre se desplace menos o en definitiva no tenga que hacerlo.
En la conservación del patrimonio edificado una de las leyes básicas al actuar sobre el inmueble es el "principio de reversibilidad", es decir, una válvula de escape que asegura que el día de mañana nuestra acción puede ser revertida y dejar al inmueble "intacto" tal y como lo encontramos.
Las teorías arquitectónicas deberían pensar en válvulas de escape similares, donde la acción pudiera ser, si no revertida, sí corregida para regresar al mismo camino que se venía siguiendo antes de la nueva propuesta.

Un botón de regreso "espacio-temporal"  ;)

lunes, mayo 18, 2009

Mensaje de Le Corbu


Siguiendo un poco con la idea sobre la enseñanza de la arquitectura (o las muchas enseñanzas necesarias para formarse un punto de vista relativamente estable) comencé la relectura de "Mensaje a los estudiantes de Arquitectura", de Le Corbusier. 

Si bien es un libro menor dentro de la teoría lecorbusiana, casi fuera de ella, su lectura no deja de ser tan interesante como las de los títulos consagrados. El modo de transmitir la idea de la arquitectura, casi imperativamente, sin dejar lugar al diálogo, pero al mismo tiempo dejando entrever que en realidad a cada época corresponde una arquitectura y que es responsabilidad de cada quien, en cada momento y cada lugar, el encontrar los artificios adecuados para llegar a ella, es sublime y casi una confesión entre líneas. 

Tal vez más importante que el edificio físico, sea el pensamiento que lo crea. Más importante que la arquitectura construida será la teoría que la sustente. 

La relectura tanto del espacio construido como de la materia ideológica en que se basa, desde un punto de vista temporal externo, es un ejercicio necesario para poder pensar en la arquitectura del "hoy" y probablemente en la del "mañana". La arquitectura es la respuesta construida de las condiciones de su tiempo. Conocer la forma en la que se llegó a una solución dada, puede ser más importante e interesante que la solución misma.

La "máquina de habitar" hoy tira aceite. Debemos diseñar un nuevo modelo. Cambiaremos el viejo Packard 8 cilindros por un híbrido seguramente.

domingo, mayo 17, 2009

adiós don mario

Este blog trata sobre arquitectura, pero sobre todo, sobre las ideas que llevan a ella. Esas ideas pueden seguir varios caminos y forma de representarlos. Hay quien dentro de las profesiones creativas compone con sonidos, con espacios, con formas, otros lo hacen con palabras. Finalmente el trascender, por medio del dominio de un arte, es un reconocimiento que pocos obtienen. 
Hoy hay que despedir a uno de esos avis raras que se han ganado un puesto en la historia.
Si el mausoleo de Napoleón se diseñó para que todo aquel que lo visite incline la cabeza, el de hombres como a quien hoy decimos adiós debe estar en la cima de la montaña, pues su lugar y su nombre quedarán muy alto. Cuando muere el genio empieza la figura.... hoy solo quiero decir:

ADIÓS DON MARIO.

jueves, mayo 14, 2009

Mies rockstar


Hablando de la enseñanza a través de los libros.

La arquitectura y su enseñanza

En su libro "pasado a limpio II", Josep Quetglas invita al estudiante de arquitectura a salir de las aulas, a desertar de las clases, a no hacer caso a los catedráticos y en su lugar, pasar horas en las bibliotecas, donde sus maestros serán LeCorbusier, Mies y Frank. Ellos serán quienes en verdad enseñen lo que es la arquitectura.

Una de las experiencias más gratas, edificantes y se podría decir obligadas, que no solo los arquitectos, sino cualquier profesionista, deben hacer en algún momento de su vida, es precisamente enseñar, ayudar a formar a las nuevas generaciones, tratando de transmitir la experiencia ganada... de no hacerlo el avance en todos los campos sería prácticamente nulo o se atascaría.

En mi plan de vida profesional (el cual yo creo que anoté en una hojita que se habrá ido a la lavadora con los jeans de universitario, por que no queda de él ni una transminada tinta), el dar clases era un objetivo que quería cumplir después de haber recorrido un buen trecho de camino y juntado polvo en su andar. Las cosas nunca son como uno las planea y tuve la oportunidad de pararme en los zapatos de catedrático mucho antes de lo que yo pensaba lo iba a hacer.
Muchos recuerdos y experiencias obtuve de ello, que al revés de mi idea original, me han ayudado con mi vida personal. Escrito de esa forma suena muy egoísta el haber quitado experiencia a los estudiantes y haberla aplicado en mi vida profesional.... espero en un futuro volver a devolver el favor... pero mejor no hablo.
Entre lo que aprendí como maestro, fue ver que la arquitectura no se puede enseñar en las aulas, aunque tampoco en la biblioteca como dice Pep, o por lo menos, no "solamente" en ninguna de las dos. Este rollo en el que estamos metidos es un mar muy amplio, casi infinito, y se necesitan muchos botes para navegarlo

Platicando con un amigo ahora y colega catedrático en ese entonces (él sigue al pie del cañón, yo ya no), me comentaba que tras las vacaciones de semana santa, por la crisis de salubridad vivido aquí, se suspendieron las clases otras dos semanas, pero que ahora que se reanudaron, se vuelven a suspender mañana, para celebrar el día del maestro. 
Creo que si los que se paran al lado del pizarrón, tuvieran un poco de "maestros", no pensarían en regalar ese día al alumno dando su cátedra sin cobro de honorarios, sobre todo en este momento... pero eso está en cada quien.

lunes, mayo 11, 2009

El show debe continuar....


Las 2 semanas que pasaron, sobre todo en el DF, parecen haber sido escritas por Saramago

Empezando por las acciones que tomó en el gobierno (no por las acciones en sí, sino por que el gobierno hubiera actuado rápidamente) y luego por la serie de escenas que se pudieron ver y que son dignas de documentarse y analizarse.

Fueron dos semanas en las que el uso del espacio, como lo conocemos y vivimos día a día, cambió radicalmente. Las calles, oficinas y por supuesto escuelas, se vieron vacías, los restaurantes cambiaron su forma de trabajar por la venta a domicilio, los espectáculos o fueron modificados o pospuestos hasta nuevo aviso. La ciudad, por lo menos en gran parte, se detuvo. ¿O no?

En dos días la ciudad se reorganizó. La gente dejó de ir a sus oficinas, o lo hizo por períodos más cortos, para trabajar desde sus casas "on-line". Los restaurantes cambiaron al servicio a domicilio, incluso los supermercados hicieron ventas por teléfono utilizando el servicio de repartidores. Algunos giros perdieron, otros ganaron y otros más se transformaron.

Estoy seguro que con este ejercicio urbano más de un modo de ver las cosas cambiarán. Es este cambio en el uso el que transformará el espacio. No será raro ver nuevas propuestas encaminadas a un uso del suelo más enfocado a la realidad que por 2 semanas se vivió. Espacios más privados, géneros mixtos o transformados. 

Los estadios vacíos son una imagen casi apocalíptica y contraria a la esencia del fútbol (o sea el negocio de la taquilla y la venta de comida y bebidas... pues ESA es la esencia del fútbol como el espectáculo que conocemos... si fuera el deporte y saber qué equipo es mejor, seguiría jugándose en el llano, no en el estadio), pero los partidos se jugaron finalmente (empujados por contratos televisivos principalmente) y el espectáculo continuó.  ¿Estarán ya pensando que es más rentable dejar de hacer estadios para 50,000 personas y volver al fútbol otro más de los deportes PPV? Los centros comerciales en los terrenos de los estadios serían mucho más rentable probablemente si se pudiera continuar con el negocio solamente televisivo de los partidos. ¡Pero esperen! ¡La gente está dejando de ir al Centro Comercial también por temor al contagio!... algo se nos ocurrirá... pero... EL SHOW DEBE CONTINUAR!

Ah!... por favor no salgan con "LA SALUD VA PRIMERO"... sean honestos... "LOS CONTRATOS TELEVISIVOS VAN PRIMERO"

viernes, mayo 08, 2009

el regreso a la semilla


"El regreso a la semilla", cuento de Alejo Carpentier (y buen pretexto para aceitarnos los engranes que alguna vez usó el Maedstro Ricalde), es una historia "en reversa". Comienza con la muerte y termina con el nacimiento. Empezando con las ruinas, termina en una casa nueva.

Hasta mediados del siglo XIX el partido de "plato y taza" (comercio o taller en planta baja y habitación en el nivel superior) era el que mandaba en las ciudades. En la parte posterior del terreno había un patio de servicios, donde había un huerto, caballerizas, conejeras, gallineros, etc., que en gran medida satisfacían los requerimientos propios de la familia. La Revolución Industrial acabó con ese esquema y zonificó las ciudades según usos, generando la necesidad de moverse grandes distancias entre una y otra zonas.

Parece que es buen momento de regresar a la habitación/trabajo. ¡Dejemos a un lado los autos y dignifiquemos al peatón!... la medida de las ciudades debe regirse  por la "autonomía" del hombre, donde todo nos quede al alcance de una agradable caminata. 

¿Por qué cargar con nosotros una tonelada de fierro para ir a cualquier lugar?


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miércoles, mayo 06, 2009

Hitos urbanos

La cultura latina a la que pertenecemos tiene, desde sus inicios en la antigüedad griega y romana, la costumbre de preservar sus monumentos. Les damos nombre de patrimonio y los pasamos de generación en generación procurando así su cuidado más allá de nuestro tiempo.
Son esos monumentos los que Kevin Lynch llama "hitos" y que se vuelven la referencia espacial (y social, temporal, cultural, etc.) de la ciudad. Son sus cicatrices de guerra. 
Pero cuando estos hitos se pierden físicamente, ¿qué dejan en su lugar?
Encontramos sus recuerdos en los nombres de calles y plazas, que continúan aunque el monumento haya dejado de existir. Son la referencia popular, la letra no escrita, la línea borrada, el trascender.

El monumento entonces, al convertirse en un hito urbano, trasciende a otro plano de existencia, que no tiene una relación forzosamente necesaria con su existir físico.

De ser entonces opcional su existencia física, una vez que el monumento es reconocido como hito ¿es necesaria su conservación?

Cuando el hito (la leyenda, por así decirlo) del monumento existe, podemos entonces usar esa "fama" ya ganada y reestablecerla continuamente, cambiándolo físicamente, una y otra vez. Con esto se rompería la idea del monumento "estático" en el tiempo-espacio y su valor podría provenir precisamente de un indefinido e infinito cambio "dinámico".

Podríamos cambiar neoclásicas estatuas ecuestres, por amarillos origamis que representen caballitos.

domingo, mayo 03, 2009

Anastasia...

Dicen que de arquitecto, poeta y loco, todos tenemos un poco.
Releer a Italo Calvino, en especial sus Ciudades Invisibles, una y otra vez, es ejercicio obligado a quienes hacemos de la arquitectura nuestra forma de vida. Cada una de esas ciudades invisibles nos cuestiona, alimenta y propone caminos, senderos y subterfugios que nos son importantes en el día a día.
Abrir, casi como si del tarot se tratara, el libro y leer la ciudad que el destino nos pone enfrente es una delicia.
Anastasia, por ejemplo, se me presentó haciendo fila en un banco lleno de gente con tapabocas. Es la ciudad de esmeraldas y piedras preciosas, que al visitante impresiona por su lujo desmedido, pero para quienes la habitan, cada una de esas joyas representa el sudor y trabajo necesarios para lograrlas. Para poder vivir en Anastasia, cada habitante debe dejar la vida trabajando, convirtiéndose entonces, en su esclavo.

¿Qué no es así en la vida?

viernes, mayo 01, 2009

Encierro Capitalino ( o prólogo al siglo XXI )


Prácticamente una semana ha pasado y lo único que sabemos, es que no sabemos nada. El tema del antes virus porcino, ahora A H1N1, para que no se sientan agredidos los chanchitos, ha traído, aparte de muchas horas de sobremesa, solamente desinformación. A estas alturas del partido todavía no sé si estamos viviendo una dura prueba a la organización global en temas de salud, el principio del Apocalipsis, o una tomada del pelo (de repente dieron la noticia de que el número de muertos, ya comprobados, por el virus A H1N1 no era de cientos, sino de 15. Señores, más gente muere atropellada en el Periférico en el mismo tiempo... ¡Que lo cierren o el destino de la humanidad es morir arrollado a la sombra del segundo piso!

En fin, lo que en verdad me deja asombrado es que el gobierno (federal y estatal) actuó y entre una cosa u otra, cerró todas las instituciones de enseñanza (TODAS), cines, teatros, museos, eventos multitudinarios, etc, mandando a todos a recluirse en sus casas.  Debo agradecer esta medida pues he estado en continuo contacto con gente a la que hace mucho le había perdido el rastro y que ahora navega el ciberespacio desde la comodidad de su casa de sol a sol. Y es precisamente a este fenómeno al que quería llegar.

Sabemos que el principal problema, en términos ambientales, es el gran tamaño de las ciudades. La mayoría de las ciudades crecen desmedidamente y la demanda de recursos es brutal, mientras que en su continuo crecimiento dejan al entorno sin la más mínima posibilidad de regenerarse equilibradamente. Pensemos entonces en la actividad del grueso de la población en una ciudad como el Distrito Federal. La gente sale temprano de sus casas a su trabajo (depositando a los hijos en las escuelas en el camino si es el caso), que además en la mayoría de las ocasiones queda a una distancia que fuerza al empleado a utilizar algún tipo de medio motorizado, donde pasa todo el día pues es imposible regresar a comer a la casa propia, para regresar, en hora pico, a descansar.   Esta rutina nos obliga a tomar una serie de acciones sumamente perjudicial para el medio ambiente: trasladarnos de la vivienda al trabajo, para lo que es necesaria una infraestructura dedicada al servicio del transporte enorme; comer fuera de casa, con todos los problemas que al organismo propio produce y que genera una cantidad enorme de desechos mal tratados y canalizados; nos obliga a requerir de espacios "dobles" pues cuando estamos en la casa la oficina está vacía y mientras trabajamos lo mismo sucede con el hogar.
El encierro, hasta ahora de una semana, puede resultar no ser tan mala idea después de todo, como estilo de vida para el siglo XXI (en lo general de la sociedad quiero decir, pues gente que trabaje desde el hogar ha existido siempre).
A las compañías le representaría el ahorro en mobiliario, consumibles, renta de espacios, etc. ; miles de m2 de terreno que sirven para el estacionamiento de los coches que se concentran en las oficinas podrían convertirse en áreas verdes, con todos los beneficios obvios que esto trae consigo; el empleado no desperdiciaría por lo menos 2 hr de su vida cada día en el traslado de un lugar a otro, pudiendo recuperar gran parte de la calidad de vida que por vivir en la "gran ciudad" ha perdido;... Y VIRUS COMO EL A N1H1 SERÍAN MÁS DIFÍCILES DE PROPAGARSE!!!

Esta semana la gente ha tenido que continuar de una forma u otra sus actividades laborales, y en la gran mayoría de los casos ha sido desde su casa trabajando "on-line". La tecnología actual lo permite perfectamente. El Distrito Federal se acercó esta semana un poco más al sueño de la "meta-ciudad". La e-topía es posible y en realidad no sabemos cuando nos volvamos a ver forzados a recurrir a un cambio de vida drástico, muy a pesar nuestro, para darle un poco de paz al planeta.


martes, abril 28, 2009

Sobre enfermedades respiratorias y arquitectura


Tal vez no sea momento de hacer visitas guiadas, probablemente sea el peor lugar para cultivar el conocimiento arquitectónico en este momento, pero aprovechemos para recordar de la época en que las propuestas arquitectónicas sí lo eran.

Pilar importante de la teoría de la arquitectura mexicana del siglo XX fue José Villagrán García (1901-1981), quien empieza su carrera trabajando para el Departamento de Salud Pública. Es ahí dónde desarrollaría uno de sus principales proyectos, el Hospital para Tuberculosos en Huipulco (hoy Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias), terminado en 1929.  Tras el profundo entendimiento tanto del programa, como de la arquitectura funcionalista, logra proyectar lo que sería una propuesta completamente antagónica a lo que se tomaba como norma en la arquitectura hospitalaria: desmembrar el funcionamiento físico del inmueble, creando pabellones separados, donde se pudieran controlar y aislar a los pacientes sin poder poner en peligro a todo el hospital.
Esta separación o demembramiento del programa arquitectónico en su obra lo encontraremos más adelante en los talleres de la facultad de arquitectura, al lado de Xavier García Lascurain, de 1954.





Explotar el programa arquitectónico para dar autonomía a sus partes no es invención de Villagrán (la misma Acrópolis es una muestra de este esquema), pero en una época en la que la economía pesa demasiado sobre el proyecto y buscamos elementos polivalentes, espacios "todo-en-uno", o simplemente ahorrar medio metro en la tubería de agua caliente, dar una hojeada a estos "clásicos" de la arquitectura es un buen ejercicio.