martes, marzo 27, 2012

Corbu... toujours.




A Charles-Edouard lo conocí antes de conocer la arquitectura. 
Es una presencia dis-constante que va y viene, probablemente en un período establecido, diseñado para volver justo cuando se había ya quedado muy atrás. 
Le Corbusier es ese libro que da placer releer una y otra vez, pues cada vez que se vuelve a leer se entiende de manera distinta, adaptándose a la situación particular que en cada episodio se encuentra el lector. Le Corbusier diseñando la Ville Savoye es la transfiguración de Cortazar escribiendo Rayuela.
Detrás de esa máscara disfrazada de redondos y pesados espejos, te espera a la vuelta de cada esquina, te sorprende por que no lo esperabas, pues ya lo habías dejado en una esquina anterior, en la vuelta de tuerca pasada.
Le Corbusier es la boya que da el rumbo al arquitecto, inmovil, referente, silencioso y presente.

La rampa, la planta libre, la fachada exenta, el blanco contra el azul y el verde... el paseo, el recorrido, el añadir el tiempo al espacio...   ahí se encuentra... una y otra vez.... pero solamente cuando ya se ha quedado atrás.

lunes, marzo 19, 2012

el envejecer de las colonias



"El hombre que a los 50 años ve el mundo igual a como lo veía a los 20,
ha desperdiciado 30 años de su vida."
Muhhamad Alí

El crecimiento de las ciudad va dependiendo, en gran medida, al crecimiento y dependencia económica de sus habitantes. Cuando una generación, por cuestiones socio-económicas crean la demanda de cierto tipo de espacio (su lugar en el mundo, por así decirlo), la sensibilidad del mercado inmobiliario lo nota y se crean las nuevas zonas de crecimiento específico en la ciudad. A la aparición de estas nuevas zonas, fraccionamientos o colonias, le acompañan centros de servicios que respondan a la demandas específicas de la nueva comunidad. Será entonces lógico que los servicios en un principio sean dirigidos a la recreación, pensando en los jóvenes, recién casados, nuevos habitantes. Poco a poco irán apareciendo los servicios de guardería y luego centros educativos que crezcan con los pequeños hijos de los ya no-tan-recientemente casados. Aparecerán papelerías, centros lúdicos y escuelas o clubes deportivos. Las discotecas y bares se transformarán en cafeterías y liberías donde acudan las madres mientras los hijos toman clases extras. Y así los servicios se transformarán en lugares propios de jóvenes, tiendas de música, etc.  El gran cambio se dará cuando los jóvenes emigran a las universidades o formen nuevas familias, con nuevas necesidades dentro de las que se encuentra la búsqueda de nuevos espacios, creando así nuevas colonias o fraccionamientos. 
Los padres permanecerán en las casas "nido vacío" y reconquistarán los centros de servicios o centros comunitarios, que ahora serán restaurantes, vinotecas o agencias de viajes. 
La relación entre la edad de los habitantes de la colonia y el tipo de servicios que ofrece esta generará un círculo siendo cierta zona atractiva para habitantes de ciertas características más bien relacionadas con su propia edad.

¿Sería entonces posible una ciudad donde en lugar de que los servicios "progresen" siguiendo la edad de los habitantes, sean estos quienes vayan emigrando a zonas mejor equipadas para sus necesidades cronológicas?
Se podría pensar en la zona para los recién casados, que luego emigrarían a la zona para los "nuevos padres", con excelentes guarderías, centros de estimulación temprana y parques con areneros. La siguiente mudanza sería a la de "hijos en edad primaria", con escuelas de idiomas, ballet, karate y campos de futbol. Y la idea se iría repitiendo... hacia adelante. Es obvio pensar que el esquema es cíclico y la ciudad giraría en torno a un cinturón cerrado en el que los hijos tomarían el lugar de los padres eventualmente una y otra vez siguiendo los pasos (y espacios) de la generación anterior.