LA CIUDAD BELLA POR SU EDUCACIÓN

(...) Me gustó la idea de un hombre de la medianoche en la ciudad de las nueve. Se refiere a alguien que no acata las reglas: si el bar cierra a las nueve, él siempre encontrará la forma de seguir bebiendo. Hasta las doce o más tarde.

Dennis Lehane

La educación de los habitantes de la ciudad es la fuerza latente que genera una dinámica en busca de las mejores y más bellas propuestas de desarrollo.

¿Existirá entonces una relación entre el nivel educativo de la población y la belleza de su ciudad? En un ambiente educado, el pueblo tenderá a negarse a las propuestas que no cumplan en calidad, con lo esperado para poder obtener un desarrollo óptimo de su entorno urbano. No se aceptarán propuestas de baja calidad pues sus habitantes tienen la conciencia, o educación, necesaria para saber discernir entre lo bueno y lo malo en materia de su conveniencia urbana. El nivel educativo será la principal arma para lograr el éxito de la colectividad social; a un pueblo ignorante se le puede ver la cara, a uno culto, no.

¿Se podría encontrar una relación directa entre el nivel educativo de un pueblo, con el logro de ciudades bellas?

La ciudad es bella no por sus edificios como unidades aisladas sino como un todo. Es el promedio en términos de belleza de ese conglomerado el que forma "ciudades bellas". Es la aportación de la generalidad, en cada una de sus unidades, la que terminará por lograr ciudades de mejor calidad estética. Para que esto suceda, los responsables unitarios de la producción arquitectónica que en conjunto forma la ciudad, deben lograr un nivel de educación estética sobresaliente.

¿Entonces las ciudades con bajo nivel educativo quedan segregadas de la posibilidad de desarrollar una estética de alto nivel? 

LA CIUDAD BELLA POR SU ECONOMÍA

La ciudad cree que fuera de ella no hay más que paisaje, patatas y leche; ignoran que también existe una cultura noble, antiquísima e insobornable.

Alfonso Rodriguez Castelao

La ciudad existe durante el tiempo. Pero a lo largo de su continuo temporal su economía varía, encontrando tiempos de bonanza y tiempos de depesión. Se podría pensar entonces que la arquitectura que se crea en ella, como resultado de los factores económicos que afectan a la sociedad, tiene mayores o menores oportunidades de despuntar a la par de los factores económicos.

Se encontrarían entonces zonas que se desarrollan de distinta manera dentro de la misma ciudad dependiendo del tiempo económico al que corresponden, es decir, zonas que reflejen épocas económicamente favorables en sus materiales, propuestas e incluso tamaño de las obras y complejidad de su decoración, opuestas a zonas que se desarrollaron en términos de una economía deprimida que se caracterizarán por obras de menor tamaño, en solares más pequeños, con materiales más baratos.

... ¿pero es esto cierto?   Recordemos que es precisamente como respuesta a épocas de fuertes crisis económicas cuando han surgido las mejores propuestas de diseño (las posguerras europeas, por ejemplo), por lo que menos no es sinónimo de feo, así como abundancia no es sinónimo de belleza (... solo hay que recordar el Partenón del Negro Durazo).

Pero los anteriores pueden ser tomados como ejemplos aislados. La arquitectura responde siempre a la facilidad que tiene de hacerse de su materia prima, sea esta materiales, terrenos mejor ubicados e incluso el diseño de arquitectos reconocidos por sus mejores propuestas.

¿Serán entonces las zonas ricas de las ciudades, las que más bella arquitectura tegan?

LA CIUDAD BELLA POR SU ENTORNO

Doris, voy a tragarme la montaña, voy a beberme la lluvia, voy a comerme la ciudad. No puedo más.

Dario Lemos

El mayor y más respetuoso elogio que la ciudad debe guardar, es hacia su entorno. La ciudad se debe a su emplazamiento y debe en todo momento rendir tributo a él. Cuando los primeros pobladores decidieron establecerse en un sitio, era por el beneficio que de este podrían obtener: agua, resguardo, tierras fértiles y suelos firmes. Destruirlo con la urbe es igual a renegar de uno mismo, de sus ideas y principios.

Las ciudades deben responder al sitio de su establecimiento así como a las características físicas, geográficas y climatológicas de su medio. Deben guardar y proteger su medio para poder vivir en él. El hombre y sus urbes son parásitos del lugar de su establecimiento. 

¿Respondiendo entonces a las características del lugar, a su genius locci, y en la medida que esto suceda, encontraremos la belleza de la ciudad?

¿Existen ciudades bellas, por que las características de su topos así las dispusieron? ¿Son bellas por su cercanía al mar, por su dominio del desierto, por su adaptación a la selva? o por decirlo de otra manera ¿Las ciudades bellas lo son por que supieron adaptarse mejor a su ambiente, mientras que las que no lo hicieron, no logran entonces sobresalir estéticamente?

Las ciudades son distintas unas de otras por que deben responder a la forma en que se adaptan a circunstancias igualmente distintas. ¿Es esta adaptación el principio para que una ciudad sea bella?

LA CIUDAD BELLA POR SU HISTORIA

Sin violencia permanece y prospera en medio de sus libros y pinturas, 

existe la ciudad de Tenochtitlan.

Nezahualcóyotl

Las ciudades son la historia de su gente escrita en la piedra y la cal de sus muros. ¿Pero vendrá la belleza de la ciudad, en el momento actual, de la grandeza de sus hechos históricos?  Dentro de la historia de la ciudad encontramos sucesos políticos, sociales, económicos, climáticos, naturales, etc. que directa o indirectamente moldean y dan forma al producto urbano. Estos hechos se pueden encontrar en formas de monumentos e hitos, pero también de cicatrices y fragmentaciones urbanas. 

¿La belleza de una ciudad dependerá entonces del hilo de sucesos que la hayan ido moldeando? Esto implicaría que no responde a un plan maestro sino que es consecuencia de la casualidad. Las ciduades que hoy heredamos se deben a situaciones específicas que dejaron su huella en el pasado ¿pero cómo esto puede reconocerse en términos de belleza?

Uno de los recursos turísticos más importantes utilizados es la venta del espacio histórico de las ciudades. Esto genera un particular cuidado y uso de espacios que hace un siglo eran destruidos por ser carentes de funcionamiento. Pero esto está generando zonas perfectamente conservadas a las cuales se les debe encontrar un uso para el cual no fueron diseñadas. Se generan escenografías dentro de las ciudades. Si bien la conservación procura la permanencia de los espacios y edificios que por diferentes situaciones han adquirido un valor sobresaliente con respecto a las demás soluciones de su contemporaneidad, también ocupan espacios que pueden ser detonadores de nuevas propuestas, ya que la ciudad es ante todo funcionalidad. Las ciudades, sobre todo en sus espacios protegidos como "históricos" son museos que se van llenando.

¿Encontraremos entonces dentro de los hechos históricos y la capacidad de las generaciones que los precedieron por conservarlos, la belleza de las ciudades?

LA BELLEZA DE LA CIUDAD

"La belleza es, pues, espejísmo."

Amado Nervo

Después de un prudente sueño, el hilo sigue.

La pregunta se pregunta simple. ¿Por qué es bella una ciudad?  Esto implica que si alguna ciudad es bella, otra no. Si bien la pregunta se pregunta simple, la respuesta no lo es. Primero hay que definir ¿qué es ciudad? ¿cuál es la característica que la convierte en ciudad, dónde empieza y dónde termina de serlo? para luego pasar a definir ¿qué es belleza?, y es en ese momento donde la aparente simplicidad se torna ociosa. Y ociosa es por que en realidad no tiene un respuesta, o por lo menos, no una y no simple.

Vamos entonces, para despertar del letargo, a jugar el ocioso ejercicio de tratar de responder, sin mayor profundidad que la escritura suelta de las palabras buscando sentido, por tratar de responder a lo largo de las necesarias entregas, de la simple-no-tan-simple pregunta.