sábado, julio 26, 2014

LA CIUDAD BELLA POR SU HISTORIA





Sin violencia permanece y prospera en medio de sus libros y pinturas, 
existe la ciudad de Tenochtitlan.
Nezahualcóyotl


Las ciudades son la historia de su gente escrita en la piedra y la cal de sus muros. ¿Pero vendrá la belleza de la ciudad, en el momento actual, de la grandeza de sus hechos históricos?  Dentro de la historia de la ciudad encontramos sucesos políticos, sociales, económicos, climáticos, naturales, etc. que directa o indirectamente moldean y dan forma al producto urbano. Estos hechos se pueden encontrar en formas de monumentos e hitos, pero también de cicatrices y fragmentaciones urbanas. 
¿La belleza de una ciudad dependerá entonces del hilo de sucesos que la hayan ido moldeando? Esto implicaría que no responde a un plan maestro sino que es consecuencia de la casualidad. Las ciduades que hoy heredamos se deben a situaciones específicas que dejaron su huella en el pasado ¿pero cómo esto puede reconocerse en términos de belleza?
Uno de los recursos turísticos más importantes utilizados es la venta del espacio histórico de las ciudades. Esto genera un particular cuidado y uso de espacios que hace un siglo eran destruidos por ser carentes de funcionamiento. Pero esto está generando zonas perfectamente conservadas a las cuales se les debe encontrar un uso para el cual no fueron diseñadas. Se generan escenografías dentro de las ciudades. Si bien la conservación procura la permanencia de los espacios y edificios que por diferentes situaciones han adquirido un valor sobresaliente con respecto a las demás soluciones de su contemporaneidad, también ocupan espacios que pueden ser detonadores de nuevas propuestas, ya que la ciudad es ante todo funcionalidad. Las ciudades, sobre todo en sus espacios protegidos como "históricos" son museos que se van llenando.

¿Encontraremos entonces dentro de los hechos históricos y la capacidad de las generaciones que los precedieron por conservarlos, la belleza de las ciudades?

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