domingo, mayo 31, 2009

la propiedad del espacio

El individuo en cada etapa de su existencia procura el mejoramiento de su espacio. Este espacio individual es dinámico y cambia junto con las necesidades físicas, mentales y espirituales de cada quien.
El que el individuo sepa que puede cambiar y ser dueño de su espacio le brinda seguridad y comfort. ¿Pero qué es el espacio individual?
Si pensamos que básicamente el "territorio" de la persona es su hogar, ¿qué tanto podemos mermar o quitar de este antes de que deje de ser su territorio? Si eliminamos la cocina ¿deja de ser su hogar?; si quitamos las recámaras ¿deja de ser su hogar? ¿o los baños o la estancia? ¿Una casa de campaña es un hogar?
El espacio individual viaja con la persona. Es la noción de este lo que le da dimensión y forma. No existen espacios grandes o pequeños, pero sí la sensación de mayor o menor control de este por parte de cada individuo. 
La persona se desempeña mejor cuando se encuentra dentro de su "territorio", es decir, dentro de los límites que conoce y donde tiene "control". Al salir de estos límites se vuelve temeroso por haber perdido este control y se encuentra en desventaja ante las mismas situaciones que pudiera manejar en su territorio.
Quien más rápidamente entienda las características de cada nuevo espacio, más rápidamente y mejor lo hará propio y dejará de ser, para él mismo, un extranjero.
El viajero que regrese a una ciudad conocida, la disfrutará y entenderá mejor que quien se encuentre ahí por primera vez.

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Hoy los pumas llevaron su espacio individual a Pachuca y jugaron como en casa. 




martes, mayo 26, 2009

Matemos al centro comercial !!!

El centro comercial desplazó al parque como lugar de reunión. Equipado con grandes estacionamientos a los que pudiéramos acceder en nuestros humeantes autos, el "mall" era el punto de encuentro para el hombre del siglo XX. La sociedad consumista podía saciar en él su necesidad de comprar para tener un nivel o status que le diera felicidad. 

Pero las reglas del juego están cambiando.

Al principio del siglo XXI ya se le conoce como "la década perdida". La crisis financiera, junto con la crisis ecológica (calentamiento global, inminente final de la era de los hidrocarburos, búsqueda de energías limpias) nos ha llevado a cuestionar la forma de vida del hombre de finales del s. XX . El centro comercial, estupenda respuesta a las necesidades del hombre consumista, parece estar llegando a convertirse en un planteamiento obsoleto. La gente está dejando de acudir a ellos pues hace más evidente que en ningún otro sitio el estado económico en el que se encuentra. ¿Para qué ir a un lugar cuyo principal objetivo era la compra-venta si no puedo ser parte de ese esquema? Incluso los sectores de la sociedad con una posición económica holgada han empezado a pensar dos veces si es prudente en este momento exhibirlo como antes. 

Pero la sociedad no puede encerrarse en sus casas. Es el momento de regresar al  "espacio anti-capitalista". Un lugar donde precisamente la gente acuda para refugiarse de la crisis económica que azota a las naciones. Si el centro comercial es el lugar donde se daba liquidez al dinero y hacía de su movimiento la base de la creación de la riqueza, al nuevo espacio la gente debe ir a "no gastar" sus recursos. Kioscos donde se presten libros para que la gente los lea y al terminarlos los cambien por otros títulos, estacionamientos de bicicletas a préstamo, espacios que promuevan la interacción de las personas y los alejen del estrés, soluciones que una y otra vez se han propuesto en diferentes ciudades ahora tendrán su oportunidad de derrotar al centro comercial. 

Regresemos un poco a la plaza con el pozo de agua donde los habitantes del pueblo se reunían. Regresemos un poco al hogar de la casa al rededor del cual la familia se reunía. Y desde ese punto empecemos a plantear (o replantear) el espacio del siglo XXI.

viernes, mayo 22, 2009

Las edades de la ciudad (o "todavía tenemos patrimonio que perder")

Las ciudades pueden estudiarse como seres vivos.
Desde su nacimiento/fundación sufren acontecimientos semejantes a los biológicos. Entran en etapas de crecimiento, que de acuerdo a varios factores, internos y externos, pueden ser más o menos rápidos. Las ciudades también enferman, sanan o mueren.

El crecimiento de las ciudades, entendiéndolas como el todo, se puede leer en el análisis de sus partes. Esta lectura nos llevará a entender y separar las distintas épocas, momentos o "edades" de la ciudad.
Ya que la arquitectura es la respuesta a los problemas y necesidades de la sociedad, esta nos hablará de lo que se vivía en el momento de su surgimiento. El aumento o disminución en la tipología de cierto tipo de edificaciones de algún momento histórico definido; el crecimiento o surgimiento de nuevas colonias y fraccionamientos y su intensidad; la aparición de edificios de diferentes tipos de servicios, primarios, secundarios o terciarios; e incluso la lectura de los estilos arquitectónicos de cada época son las bases para la lectura de la historia de cualquier ciudad.

México (como seguramente muchos otros países) ha sido un país que sistemáticamente ha tenido miedo al cambio y la propuesta en cuanto a conservación y restauración de su patrimonio se refiere. Queremos que las cosas se queden en su estado ideal (mismo que muchas veces nunca tuvieron), congelándolas en el espacio-tiempo y no permitiendo que envejezcan, maduren o se transformen. Estoy seguro que esto se debe en gran parte a la ignorancia en las acciones que ha llevado a que irremediablemente se pierda gran parte del patrimonio edificado, natural e intangible. ¡Pero atención!, esta ignorancia proviene de todos los niveles de sociedad que intervienen en el cuidado de lo nuestro: autoridades, profesionistas, dueños, usuarios y pueblo en general que hemos permitido que esto suceda. "La gata no era arizca, así la hicieron" reza el dicho, y esto es lo que ha ocurrido con la salvaguarda del patrimonio, para evitar que la ignorancia termine con él, ignorantemente se han colocado todas las trabas para que no se pueda llevar ninguna acción, ni buena ni mala. "Si el patrimonio se ha de perder, que sea el tiempo quien acabe con él, no yo... a mí que no me culpen... yo no hice nada... yo no lo toqué... es más, ni siquiera lo vi de reojo" debería estar escrito con letras doradas en el vestíbulo del Instituto que tiene su cuidado a cargo.

Hoy aparece la noticia en el diario de Tehuacán: "quieren que sea histórico el centro". De esa frase se pueden deducir varios puntos. 

Primero: que hay alguien que "quiere" que el centro (de la ciudad) sea histórico, ya que por él mismo no lo es. Para que se decrete que una zona en general (el centro de la ciudad en particular) sea considerado como "histórico", debe existir una densidad considerable de monumentos patrimoniales dentro de un polígono específico que ameriten que este sea considerado como tal en su totalidad. La ley de monumentos que actúa sobre nuestro patrimonio, que además cabe decir, es unos cuantos meses mayor en edad que quien esto suscribe, no específica cómo medir dicha densidad ni establece parámetros objetivos para hacerlo.

Segundo: ¿Por qué alguien querría hacer del centro (de la ciudad) algo que no es? La Ley contempla el cuidado y resguarda, así como sanciones a quien no las cumpla, del patrimonio en general. Los edificios que por cualquiera de la lista de razones que la Ley marca, deba ser considerado como patrimonio, no debe estar "registrado" ni "dado de alta" en ningún lugar, lista o catálogo para ser protegido. No es necesario que se declare toda una zona o polígono como "histórico" para que la salvaguarda del patrimonio quede garantizada. Es más, si el patrimonio se ha ido perdiendo, es precisamente por la ignorancia de las autoridades municipales, estatales y federales por no actuar e impedirlo. 

Tercero: Si alguien quiere que el centro (de la ciudad) sea considerado como histórico, cuando la gran parte de los edificios que deben ser tomados como tales se han perdido, es por alguna razón, seguramente para su interés propio.

Al hacerse la declaratoria de Centro Histórico o Zona de Monumentos, la Ley Federal no solo actúa en el edificio en sí, sino en la totalidad del polígono. Esta actuación, como antes mencionamos, significa que no se toque nada sin el beneplácito de la Ley de 1972y del Instituto Nacional de Arqueología e Historia. Para poder actuar sobre tal vez el 98% de los edificios que componen el Centro Urbano de la ciudad de Tehuacán, se debe someterse a los lineamientos, altamente restrictivos, de un Instituto que aboga por "cuidar" al restante 2% (acción que en la práctica dudosamente se realiza).
La Ley del 72 marca como monumentos edificados patrimoniales todos aquellos que fueron creados hasta el siglo XIX. Los monumentos del siglo XX quedan bajo el resguardo del INBA. Esto de entrada ya es muy cuestionable si pensamos que para que algo sea considerado "antigüedad" debe tener más de 100 años, lo que ya empieza a dejarnos lagunas entrado el siglo XXI.

Ahora bien, regresando al concepto de las "edades" de la ciudad, Tehuacán ha sido, desde su fundación, un lugar principalmente de comercio entre varias regiones. Une la mixteca alta con el comercio del golfo y del centro. Esto lo ha mantenido en constante cambio durante su historia. Pero tal vez el momento histórico más importante haya sido el que impulsó la industria del agua mineral. Hablamos de los años 30's, 40's y  50's (en 1928 José María Garci-Crespo y Carlos Silva fundan "Manantiales de Tehuacán S.A., que luego se convertiría en Manantiales Garci-Crespo y más tarde en Peñafiel). Es esta industria la que dará una mayor proyección nacional e internacional a la ciudad de Tehuacán.
Este momento histórico quedará plasmado en su arquitectura. El "mejor Tehuacán", por así decirlo, será el desarrollado en ese momento. Encontraremos entonces que si hay alguna arquitectura que debamos cuidar en esta ciudad será la de la primera mitad del siglo XX.
Es el momento en que el desarrollo impulsó nuevas colonias, con nuevas trazas que contemplaban rotondas y paseos, ligadas a la retícula o traza en damero característica del virreinato. Aparecen cines, teatros, hoteles e incluso un centro escolar producto del interés estatal por corregir la enseñanza en los 50's. Libros se han escrito sobre esta época en Tehuacán y no tiene caso citar cada uno de los ejemplos importantes que existieron y que desgraciadamente se han dejado perder por la falta de actuación e ignorancia de los habitantes y sus representantes.

El pretender encapsular el centro urbano bajo el título de "histórico" hará mucho más difícil el ya raquítico intento por defender y preservar el patrimonio de la mejor época de Tehuacán. Los ya pocos ejemplos de los estilos Art Decó y Colonial Californiano (único verdadero estilo de "autor" que ha existido en la ciudad, con las deificaciones del despacho capitalino de Olagaray y de la Mora). Al INAH no le importa ese período y el INBA prácticamente nada hace por su resguardo.
La arquitectura de la mejor época económica y social de Tehuacán se perderá por la ignorancia de quien "quiere que sea histórico el centro".

Tras haber perdido el Reino de Granada, su madre le dijo a Boabdil: "no llores como mujer lo que no supiste defender como hombre". 
Con acciones retrógradas como esta, de la misma manera lloraremos por el Tehuacán perdido.


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link a la noticia publicada el 22 de mayo de 2009 en "EL MUNDO DE TEHUACÁN":

jueves, mayo 21, 2009

problemas de ayer y problemas de mañana

La arquitectura, antes de construirse, debe pasar por un proceso intelectual. Este proceso debe basarse en las teorías que dan la línea a seguir para resolver los problemas que se espera resuelva la arquitectura. A medida que estos problemas van cambiando, también deben hacerlo las teorías. La historia de la teoría arquitectónica nos muestra entonces que se trata de un proceso evolutivo. 
A veces, excelentes soluciones a los problemas de ayer, terminan volviéndose los problemas del mañana. El transporte individual daba al hombre la libertad que antes no tenía... ahora es un problema y se buscan soluciones en las que el hombre se desplace menos o en definitiva no tenga que hacerlo.
En la conservación del patrimonio edificado una de las leyes básicas al actuar sobre el inmueble es el "principio de reversibilidad", es decir, una válvula de escape que asegura que el día de mañana nuestra acción puede ser revertida y dejar al inmueble "intacto" tal y como lo encontramos.
Las teorías arquitectónicas deberían pensar en válvulas de escape similares, donde la acción pudiera ser, si no revertida, sí corregida para regresar al mismo camino que se venía siguiendo antes de la nueva propuesta.

Un botón de regreso "espacio-temporal"  ;)

lunes, mayo 18, 2009

Mensaje de Le Corbu


Siguiendo un poco con la idea sobre la enseñanza de la arquitectura (o las muchas enseñanzas necesarias para formarse un punto de vista relativamente estable) comencé la relectura de "Mensaje a los estudiantes de Arquitectura", de Le Corbusier. 

Si bien es un libro menor dentro de la teoría lecorbusiana, casi fuera de ella, su lectura no deja de ser tan interesante como las de los títulos consagrados. El modo de transmitir la idea de la arquitectura, casi imperativamente, sin dejar lugar al diálogo, pero al mismo tiempo dejando entrever que en realidad a cada época corresponde una arquitectura y que es responsabilidad de cada quien, en cada momento y cada lugar, el encontrar los artificios adecuados para llegar a ella, es sublime y casi una confesión entre líneas. 

Tal vez más importante que el edificio físico, sea el pensamiento que lo crea. Más importante que la arquitectura construida será la teoría que la sustente. 

La relectura tanto del espacio construido como de la materia ideológica en que se basa, desde un punto de vista temporal externo, es un ejercicio necesario para poder pensar en la arquitectura del "hoy" y probablemente en la del "mañana". La arquitectura es la respuesta construida de las condiciones de su tiempo. Conocer la forma en la que se llegó a una solución dada, puede ser más importante e interesante que la solución misma.

La "máquina de habitar" hoy tira aceite. Debemos diseñar un nuevo modelo. Cambiaremos el viejo Packard 8 cilindros por un híbrido seguramente.

domingo, mayo 17, 2009

adiós don mario

Este blog trata sobre arquitectura, pero sobre todo, sobre las ideas que llevan a ella. Esas ideas pueden seguir varios caminos y forma de representarlos. Hay quien dentro de las profesiones creativas compone con sonidos, con espacios, con formas, otros lo hacen con palabras. Finalmente el trascender, por medio del dominio de un arte, es un reconocimiento que pocos obtienen. 
Hoy hay que despedir a uno de esos avis raras que se han ganado un puesto en la historia.
Si el mausoleo de Napoleón se diseñó para que todo aquel que lo visite incline la cabeza, el de hombres como a quien hoy decimos adiós debe estar en la cima de la montaña, pues su lugar y su nombre quedarán muy alto. Cuando muere el genio empieza la figura.... hoy solo quiero decir:

ADIÓS DON MARIO.

jueves, mayo 14, 2009

Mies rockstar


Hablando de la enseñanza a través de los libros.

La arquitectura y su enseñanza

En su libro "pasado a limpio II", Josep Quetglas invita al estudiante de arquitectura a salir de las aulas, a desertar de las clases, a no hacer caso a los catedráticos y en su lugar, pasar horas en las bibliotecas, donde sus maestros serán LeCorbusier, Mies y Frank. Ellos serán quienes en verdad enseñen lo que es la arquitectura.

Una de las experiencias más gratas, edificantes y se podría decir obligadas, que no solo los arquitectos, sino cualquier profesionista, deben hacer en algún momento de su vida, es precisamente enseñar, ayudar a formar a las nuevas generaciones, tratando de transmitir la experiencia ganada... de no hacerlo el avance en todos los campos sería prácticamente nulo o se atascaría.

En mi plan de vida profesional (el cual yo creo que anoté en una hojita que se habrá ido a la lavadora con los jeans de universitario, por que no queda de él ni una transminada tinta), el dar clases era un objetivo que quería cumplir después de haber recorrido un buen trecho de camino y juntado polvo en su andar. Las cosas nunca son como uno las planea y tuve la oportunidad de pararme en los zapatos de catedrático mucho antes de lo que yo pensaba lo iba a hacer.
Muchos recuerdos y experiencias obtuve de ello, que al revés de mi idea original, me han ayudado con mi vida personal. Escrito de esa forma suena muy egoísta el haber quitado experiencia a los estudiantes y haberla aplicado en mi vida profesional.... espero en un futuro volver a devolver el favor... pero mejor no hablo.
Entre lo que aprendí como maestro, fue ver que la arquitectura no se puede enseñar en las aulas, aunque tampoco en la biblioteca como dice Pep, o por lo menos, no "solamente" en ninguna de las dos. Este rollo en el que estamos metidos es un mar muy amplio, casi infinito, y se necesitan muchos botes para navegarlo

Platicando con un amigo ahora y colega catedrático en ese entonces (él sigue al pie del cañón, yo ya no), me comentaba que tras las vacaciones de semana santa, por la crisis de salubridad vivido aquí, se suspendieron las clases otras dos semanas, pero que ahora que se reanudaron, se vuelven a suspender mañana, para celebrar el día del maestro. 
Creo que si los que se paran al lado del pizarrón, tuvieran un poco de "maestros", no pensarían en regalar ese día al alumno dando su cátedra sin cobro de honorarios, sobre todo en este momento... pero eso está en cada quien.

lunes, mayo 11, 2009

El show debe continuar....


Las 2 semanas que pasaron, sobre todo en el DF, parecen haber sido escritas por Saramago

Empezando por las acciones que tomó en el gobierno (no por las acciones en sí, sino por que el gobierno hubiera actuado rápidamente) y luego por la serie de escenas que se pudieron ver y que son dignas de documentarse y analizarse.

Fueron dos semanas en las que el uso del espacio, como lo conocemos y vivimos día a día, cambió radicalmente. Las calles, oficinas y por supuesto escuelas, se vieron vacías, los restaurantes cambiaron su forma de trabajar por la venta a domicilio, los espectáculos o fueron modificados o pospuestos hasta nuevo aviso. La ciudad, por lo menos en gran parte, se detuvo. ¿O no?

En dos días la ciudad se reorganizó. La gente dejó de ir a sus oficinas, o lo hizo por períodos más cortos, para trabajar desde sus casas "on-line". Los restaurantes cambiaron al servicio a domicilio, incluso los supermercados hicieron ventas por teléfono utilizando el servicio de repartidores. Algunos giros perdieron, otros ganaron y otros más se transformaron.

Estoy seguro que con este ejercicio urbano más de un modo de ver las cosas cambiarán. Es este cambio en el uso el que transformará el espacio. No será raro ver nuevas propuestas encaminadas a un uso del suelo más enfocado a la realidad que por 2 semanas se vivió. Espacios más privados, géneros mixtos o transformados. 

Los estadios vacíos son una imagen casi apocalíptica y contraria a la esencia del fútbol (o sea el negocio de la taquilla y la venta de comida y bebidas... pues ESA es la esencia del fútbol como el espectáculo que conocemos... si fuera el deporte y saber qué equipo es mejor, seguiría jugándose en el llano, no en el estadio), pero los partidos se jugaron finalmente (empujados por contratos televisivos principalmente) y el espectáculo continuó.  ¿Estarán ya pensando que es más rentable dejar de hacer estadios para 50,000 personas y volver al fútbol otro más de los deportes PPV? Los centros comerciales en los terrenos de los estadios serían mucho más rentable probablemente si se pudiera continuar con el negocio solamente televisivo de los partidos. ¡Pero esperen! ¡La gente está dejando de ir al Centro Comercial también por temor al contagio!... algo se nos ocurrirá... pero... EL SHOW DEBE CONTINUAR!

Ah!... por favor no salgan con "LA SALUD VA PRIMERO"... sean honestos... "LOS CONTRATOS TELEVISIVOS VAN PRIMERO"

viernes, mayo 08, 2009

el regreso a la semilla


"El regreso a la semilla", cuento de Alejo Carpentier (y buen pretexto para aceitarnos los engranes que alguna vez usó el Maedstro Ricalde), es una historia "en reversa". Comienza con la muerte y termina con el nacimiento. Empezando con las ruinas, termina en una casa nueva.

Hasta mediados del siglo XIX el partido de "plato y taza" (comercio o taller en planta baja y habitación en el nivel superior) era el que mandaba en las ciudades. En la parte posterior del terreno había un patio de servicios, donde había un huerto, caballerizas, conejeras, gallineros, etc., que en gran medida satisfacían los requerimientos propios de la familia. La Revolución Industrial acabó con ese esquema y zonificó las ciudades según usos, generando la necesidad de moverse grandes distancias entre una y otra zonas.

Parece que es buen momento de regresar a la habitación/trabajo. ¡Dejemos a un lado los autos y dignifiquemos al peatón!... la medida de las ciudades debe regirse  por la "autonomía" del hombre, donde todo nos quede al alcance de una agradable caminata. 

¿Por qué cargar con nosotros una tonelada de fierro para ir a cualquier lugar?


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miércoles, mayo 06, 2009

Hitos urbanos

La cultura latina a la que pertenecemos tiene, desde sus inicios en la antigüedad griega y romana, la costumbre de preservar sus monumentos. Les damos nombre de patrimonio y los pasamos de generación en generación procurando así su cuidado más allá de nuestro tiempo.
Son esos monumentos los que Kevin Lynch llama "hitos" y que se vuelven la referencia espacial (y social, temporal, cultural, etc.) de la ciudad. Son sus cicatrices de guerra. 
Pero cuando estos hitos se pierden físicamente, ¿qué dejan en su lugar?
Encontramos sus recuerdos en los nombres de calles y plazas, que continúan aunque el monumento haya dejado de existir. Son la referencia popular, la letra no escrita, la línea borrada, el trascender.

El monumento entonces, al convertirse en un hito urbano, trasciende a otro plano de existencia, que no tiene una relación forzosamente necesaria con su existir físico.

De ser entonces opcional su existencia física, una vez que el monumento es reconocido como hito ¿es necesaria su conservación?

Cuando el hito (la leyenda, por así decirlo) del monumento existe, podemos entonces usar esa "fama" ya ganada y reestablecerla continuamente, cambiándolo físicamente, una y otra vez. Con esto se rompería la idea del monumento "estático" en el tiempo-espacio y su valor podría provenir precisamente de un indefinido e infinito cambio "dinámico".

Podríamos cambiar neoclásicas estatuas ecuestres, por amarillos origamis que representen caballitos.

domingo, mayo 03, 2009

Anastasia...

Dicen que de arquitecto, poeta y loco, todos tenemos un poco.
Releer a Italo Calvino, en especial sus Ciudades Invisibles, una y otra vez, es ejercicio obligado a quienes hacemos de la arquitectura nuestra forma de vida. Cada una de esas ciudades invisibles nos cuestiona, alimenta y propone caminos, senderos y subterfugios que nos son importantes en el día a día.
Abrir, casi como si del tarot se tratara, el libro y leer la ciudad que el destino nos pone enfrente es una delicia.
Anastasia, por ejemplo, se me presentó haciendo fila en un banco lleno de gente con tapabocas. Es la ciudad de esmeraldas y piedras preciosas, que al visitante impresiona por su lujo desmedido, pero para quienes la habitan, cada una de esas joyas representa el sudor y trabajo necesarios para lograrlas. Para poder vivir en Anastasia, cada habitante debe dejar la vida trabajando, convirtiéndose entonces, en su esclavo.

¿Qué no es así en la vida?

viernes, mayo 01, 2009

Encierro Capitalino ( o prólogo al siglo XXI )


Prácticamente una semana ha pasado y lo único que sabemos, es que no sabemos nada. El tema del antes virus porcino, ahora A H1N1, para que no se sientan agredidos los chanchitos, ha traído, aparte de muchas horas de sobremesa, solamente desinformación. A estas alturas del partido todavía no sé si estamos viviendo una dura prueba a la organización global en temas de salud, el principio del Apocalipsis, o una tomada del pelo (de repente dieron la noticia de que el número de muertos, ya comprobados, por el virus A H1N1 no era de cientos, sino de 15. Señores, más gente muere atropellada en el Periférico en el mismo tiempo... ¡Que lo cierren o el destino de la humanidad es morir arrollado a la sombra del segundo piso!

En fin, lo que en verdad me deja asombrado es que el gobierno (federal y estatal) actuó y entre una cosa u otra, cerró todas las instituciones de enseñanza (TODAS), cines, teatros, museos, eventos multitudinarios, etc, mandando a todos a recluirse en sus casas.  Debo agradecer esta medida pues he estado en continuo contacto con gente a la que hace mucho le había perdido el rastro y que ahora navega el ciberespacio desde la comodidad de su casa de sol a sol. Y es precisamente a este fenómeno al que quería llegar.

Sabemos que el principal problema, en términos ambientales, es el gran tamaño de las ciudades. La mayoría de las ciudades crecen desmedidamente y la demanda de recursos es brutal, mientras que en su continuo crecimiento dejan al entorno sin la más mínima posibilidad de regenerarse equilibradamente. Pensemos entonces en la actividad del grueso de la población en una ciudad como el Distrito Federal. La gente sale temprano de sus casas a su trabajo (depositando a los hijos en las escuelas en el camino si es el caso), que además en la mayoría de las ocasiones queda a una distancia que fuerza al empleado a utilizar algún tipo de medio motorizado, donde pasa todo el día pues es imposible regresar a comer a la casa propia, para regresar, en hora pico, a descansar.   Esta rutina nos obliga a tomar una serie de acciones sumamente perjudicial para el medio ambiente: trasladarnos de la vivienda al trabajo, para lo que es necesaria una infraestructura dedicada al servicio del transporte enorme; comer fuera de casa, con todos los problemas que al organismo propio produce y que genera una cantidad enorme de desechos mal tratados y canalizados; nos obliga a requerir de espacios "dobles" pues cuando estamos en la casa la oficina está vacía y mientras trabajamos lo mismo sucede con el hogar.
El encierro, hasta ahora de una semana, puede resultar no ser tan mala idea después de todo, como estilo de vida para el siglo XXI (en lo general de la sociedad quiero decir, pues gente que trabaje desde el hogar ha existido siempre).
A las compañías le representaría el ahorro en mobiliario, consumibles, renta de espacios, etc. ; miles de m2 de terreno que sirven para el estacionamiento de los coches que se concentran en las oficinas podrían convertirse en áreas verdes, con todos los beneficios obvios que esto trae consigo; el empleado no desperdiciaría por lo menos 2 hr de su vida cada día en el traslado de un lugar a otro, pudiendo recuperar gran parte de la calidad de vida que por vivir en la "gran ciudad" ha perdido;... Y VIRUS COMO EL A N1H1 SERÍAN MÁS DIFÍCILES DE PROPAGARSE!!!

Esta semana la gente ha tenido que continuar de una forma u otra sus actividades laborales, y en la gran mayoría de los casos ha sido desde su casa trabajando "on-line". La tecnología actual lo permite perfectamente. El Distrito Federal se acercó esta semana un poco más al sueño de la "meta-ciudad". La e-topía es posible y en realidad no sabemos cuando nos volvamos a ver forzados a recurrir a un cambio de vida drástico, muy a pesar nuestro, para darle un poco de paz al planeta.