viernes, diciembre 30, 2011

In memoriam: Ricardo Legorreta



"México es un país de arquitectos. La arquitectura es uno de los pilares de nuestra cultura y parte de nuestra vida cotidiana. En lo profundo de su ser, cada mexicano es un arquitecto".
Ricardo Legorreta

Con el año que se apaga también una era termina. Ricardo Legorreta, como persona, dejó de existir, pero su alma queda en sus muros, colores, texturas, luz y sombra. En cada una de sus obras fue dejando un poco de su alma hasta que la terminó.

Heredero de la más fuerte tradición arquitectónica del México contemporáneo, siendo discípulo de Luis Barragán, su obra no es la continuación de una línea estética, sino de un pensamiento. Quienes tuvimos la fortuna de aprender de él en su cátedra podemos hacer constar que no le gustaba hablar de su obra, si bien la usaba como ejemplo de las soluciones que él había encontrado a problemas específicos, sino que trataba de transmitir lo que en esencia debe ser el quehacer arquitectónico: la suma de vivencias, tradiciones, circunstancias y cultura local para llegar a la mejor solución espacial y estética logrando una excelente resultado.

Legorreta no creía en títulos académicos, maestrías o doctorados; su consejo era: "el dinero que invertirías en una maestría en una universidad reconocida del extranjero inviértelo en un bocho; cómprate un bocho y recorre el país a lo largo y ancho... ahí es a donde vas a aprender a ser arquitecto".

Es famosa su anécdota, sobre fiesta de inauguración de una casa y como, al calor de las copas de la fiesta, junto con el dueño decidieron que tal puerta debería ser azul y en ese momento fueron a la tienda por pintura y brochas para terminar pintándola. 

La última vez que lo vi fue hace no tantos años, en un pueblo perdido de Oaxaca, con el asombro y la humildad de quien se encuentra con primera vez con la luz y la sombra.

Su arquitectura lejos de ser sus muros, sus colores y sus texturas son algo más, son las vivencias propias que lo llevaron a lograr la magnifica obra que hoy habla por él.

DEP: Ricardo Legorreta


jueves, diciembre 29, 2011

...por que hay situaciones universales

lo copio pensando que en este momento, casi terminando el año, en algún taller, de algún país cercano/lejano, alguien está trabajando en su entrega.


the Life and Times from shamin sahrum on Vimeo.

domingo, diciembre 18, 2011

rural---urbano



El Desarrollo Urbano podría bien llamarse Abuso Rural.  Las ciudades crecen en contra del campo, y no solamente de su espacio físico al desarrollarse de manera horizontal indefinida desde la Revolución Industrial (todavía suenan los aplausos del "museo de crecimiento infinito", de Le Corbusier), sino también sobre explotando su capacidad productiva de recursos necesarios para el sostenimiento de una sociedad urbana.
El pretender reemplazar el crecimiento horizontal de los centros de población por un modelo de crecimiento vertical y con eso solucionar el problema de la sostenibilidad resulta a todas luces insuficiente. Entendamos que para revertir los efectos de las ciudades el contrario de "crecimiento horizontal" no es "crecimiento vertical" sino  "no crecimiento" o en el mejor de los casos "decrecimiento".
Y es entonces cuando se pone el dedo en la llaga. Si paarte del problema es el haber desarrollado ciudades por más de 2 siglos diseñadas para acabar con el ecosistema, también se debe a la explosión demográfica hoy por hoy incontrolable.
El Desarrollo Urbano debe ir no solamente en relación a la presión que los habitantes ejercen desde el interior hacia afuera, sino también tomando en cuenta la capacidad que tiene su entorno rural de abastecerlo en términos de agua, producción agrícola que satisfaga a sus habitantes, posibilidad de energías renovables, etc. La proporción debe siempre tomar en cuenta los dos lados de la ecuación: ciudad y campo.
No existe un lindero que marque donde empieza uno y termina el otro, la frontera la marca el mercado al ser el objetivo del espacio rural el producir con miras a la exportación y el del espacio urbano el consumir productos importados que bien podrían ser producidos en su mismo territorio (o que en realidad así sucede y se compra a terceros extranjeros lo que originalmente fuera producido en esa misma región). El campo permea dentro de la ciudad al llevarle agua y sacar sus desechos, al producir comida, al limpiar el aire.

Debemos empezar a cambiar el concepto de hacer Desarrollo Urbano para empezar a hacer Desarrollo Integral...  

domingo, diciembre 11, 2011

Ciudad a pesar de sus habitantes







"La ciudad es lo que es, por que sus ciudadanos son lo que son"
Platón.

La pregunta es sencilla y a la vez compleja: ¿por qué existen ciudades bellas y por qué otras no lo son? ¿Tiene esto que ver con su tamaño físico, su densidad de población, su economía, su importancia política dentro de la estructura general del país, su clima, su edad, la educación de sus habitantes, el nivel del desarrollo del país...? (y un vasto "etc.").
Si pensamos en la ciudad como la suma de sendas, bordes, hitos, plazas y demás elementos que la forman, organizados funcionalmente para que den servicio a las actividades humanas que en ella se desarrollan, entonces la "belleza" de la ciudad irá más en función al grado de "optimización" del servicio que la ciudad ofrezca a sus habitantes. Es decir, en principio, la ciudad será más bella a medida en que sus habitantes puedan desarrollarse mejor en todos los aspectos de la vida urbana. Y en ese sentido cada ciudad se debe a sus habitantes y sus circunstancias a través de la historia. Las ciudades bellas se han adaptado mejor a la vida de sus habitantes que las que no lo son. O visto desde el otro ángulo, ha habido sociedades que entiendan mejor sus circunstancias y necesidades y han podido resolver su espacio urbano de la mejor manera. Hay organizaciones urbanas más eficientes que otras.

Ahora bien, esa eficiente organización  que distingue a las ciudades "bellas" no es casualidad, sino el producto de la reflexión y ejecución continuas en el tiempo. Podemos leer en cualquier ciudad zonas de crecimiento más eficientes en su tiempo que otras. Las ciudades más "bellas" tienden a ser eficientes durante periodos de tiempo más largos que las demás.

La oración, para estar completa, debe entonces ser: "la ciudad es lo que es, por que sus ciudadanos son lo que son: seres respetuosos de su entorno (social, político, económico y ecológico)". Pero la realidad es que el hombre por naturaleza, si bien es un ser sociable, tiende a ser reaccionario a esta condición. El hombre es social por conveniencia, no por naturaleza. Y para poder vivir en sociedad debe crear leyes y reglamentos que observen la conducta de cada uno de sus integrantes por igual. La ciudad entonces será eficientemente organizada en la medida que la base legal y la observación y cumplimiento de estas leyes, sean eficientes.
Se encontrará así entonces una relación directa entre la "belleza" de la ciudad y su base jurídica urbana, así como los mecanismos para que esta base sea respetada. Las reglas deben ser coherentes con la realidad urbana de la ciudad y en la medida que estas se hagan cumplir, el crecimiento de la ciudad podrá tender a un nivel óptimo.

Para corregir la ciudad la única manera es empezar por corregir, atinadamente, sus leyes y reglamentos y sujetarse a ellos... y esto no permite que todos opinen sobre el rumbo de la nave. No hay París sin Haussman o Barcelona sin Cerdà (pero tampoco con 100 como ellos). El urbanismo debe ser en gran medida un acto de tiranía.