viernes, diciembre 30, 2011

In memoriam: Ricardo Legorreta



"México es un país de arquitectos. La arquitectura es uno de los pilares de nuestra cultura y parte de nuestra vida cotidiana. En lo profundo de su ser, cada mexicano es un arquitecto".
Ricardo Legorreta

Con el año que se apaga también una era termina. Ricardo Legorreta, como persona, dejó de existir, pero su alma queda en sus muros, colores, texturas, luz y sombra. En cada una de sus obras fue dejando un poco de su alma hasta que la terminó.

Heredero de la más fuerte tradición arquitectónica del México contemporáneo, siendo discípulo de Luis Barragán, su obra no es la continuación de una línea estética, sino de un pensamiento. Quienes tuvimos la fortuna de aprender de él en su cátedra podemos hacer constar que no le gustaba hablar de su obra, si bien la usaba como ejemplo de las soluciones que él había encontrado a problemas específicos, sino que trataba de transmitir lo que en esencia debe ser el quehacer arquitectónico: la suma de vivencias, tradiciones, circunstancias y cultura local para llegar a la mejor solución espacial y estética logrando una excelente resultado.

Legorreta no creía en títulos académicos, maestrías o doctorados; su consejo era: "el dinero que invertirías en una maestría en una universidad reconocida del extranjero inviértelo en un bocho; cómprate un bocho y recorre el país a lo largo y ancho... ahí es a donde vas a aprender a ser arquitecto".

Es famosa su anécdota, sobre fiesta de inauguración de una casa y como, al calor de las copas de la fiesta, junto con el dueño decidieron que tal puerta debería ser azul y en ese momento fueron a la tienda por pintura y brochas para terminar pintándola. 

La última vez que lo vi fue hace no tantos años, en un pueblo perdido de Oaxaca, con el asombro y la humildad de quien se encuentra con primera vez con la luz y la sombra.

Su arquitectura lejos de ser sus muros, sus colores y sus texturas son algo más, son las vivencias propias que lo llevaron a lograr la magnifica obra que hoy habla por él.

DEP: Ricardo Legorreta


jueves, diciembre 29, 2011

...por que hay situaciones universales

lo copio pensando que en este momento, casi terminando el año, en algún taller, de algún país cercano/lejano, alguien está trabajando en su entrega.


the Life and Times from shamin sahrum on Vimeo.

domingo, diciembre 18, 2011

rural---urbano



El Desarrollo Urbano podría bien llamarse Abuso Rural.  Las ciudades crecen en contra del campo, y no solamente de su espacio físico al desarrollarse de manera horizontal indefinida desde la Revolución Industrial (todavía suenan los aplausos del "museo de crecimiento infinito", de Le Corbusier), sino también sobre explotando su capacidad productiva de recursos necesarios para el sostenimiento de una sociedad urbana.
El pretender reemplazar el crecimiento horizontal de los centros de población por un modelo de crecimiento vertical y con eso solucionar el problema de la sostenibilidad resulta a todas luces insuficiente. Entendamos que para revertir los efectos de las ciudades el contrario de "crecimiento horizontal" no es "crecimiento vertical" sino  "no crecimiento" o en el mejor de los casos "decrecimiento".
Y es entonces cuando se pone el dedo en la llaga. Si paarte del problema es el haber desarrollado ciudades por más de 2 siglos diseñadas para acabar con el ecosistema, también se debe a la explosión demográfica hoy por hoy incontrolable.
El Desarrollo Urbano debe ir no solamente en relación a la presión que los habitantes ejercen desde el interior hacia afuera, sino también tomando en cuenta la capacidad que tiene su entorno rural de abastecerlo en términos de agua, producción agrícola que satisfaga a sus habitantes, posibilidad de energías renovables, etc. La proporción debe siempre tomar en cuenta los dos lados de la ecuación: ciudad y campo.
No existe un lindero que marque donde empieza uno y termina el otro, la frontera la marca el mercado al ser el objetivo del espacio rural el producir con miras a la exportación y el del espacio urbano el consumir productos importados que bien podrían ser producidos en su mismo territorio (o que en realidad así sucede y se compra a terceros extranjeros lo que originalmente fuera producido en esa misma región). El campo permea dentro de la ciudad al llevarle agua y sacar sus desechos, al producir comida, al limpiar el aire.

Debemos empezar a cambiar el concepto de hacer Desarrollo Urbano para empezar a hacer Desarrollo Integral...  

domingo, diciembre 11, 2011

Ciudad a pesar de sus habitantes







"La ciudad es lo que es, por que sus ciudadanos son lo que son"
Platón.

La pregunta es sencilla y a la vez compleja: ¿por qué existen ciudades bellas y por qué otras no lo son? ¿Tiene esto que ver con su tamaño físico, su densidad de población, su economía, su importancia política dentro de la estructura general del país, su clima, su edad, la educación de sus habitantes, el nivel del desarrollo del país...? (y un vasto "etc.").
Si pensamos en la ciudad como la suma de sendas, bordes, hitos, plazas y demás elementos que la forman, organizados funcionalmente para que den servicio a las actividades humanas que en ella se desarrollan, entonces la "belleza" de la ciudad irá más en función al grado de "optimización" del servicio que la ciudad ofrezca a sus habitantes. Es decir, en principio, la ciudad será más bella a medida en que sus habitantes puedan desarrollarse mejor en todos los aspectos de la vida urbana. Y en ese sentido cada ciudad se debe a sus habitantes y sus circunstancias a través de la historia. Las ciudades bellas se han adaptado mejor a la vida de sus habitantes que las que no lo son. O visto desde el otro ángulo, ha habido sociedades que entiendan mejor sus circunstancias y necesidades y han podido resolver su espacio urbano de la mejor manera. Hay organizaciones urbanas más eficientes que otras.

Ahora bien, esa eficiente organización  que distingue a las ciudades "bellas" no es casualidad, sino el producto de la reflexión y ejecución continuas en el tiempo. Podemos leer en cualquier ciudad zonas de crecimiento más eficientes en su tiempo que otras. Las ciudades más "bellas" tienden a ser eficientes durante periodos de tiempo más largos que las demás.

La oración, para estar completa, debe entonces ser: "la ciudad es lo que es, por que sus ciudadanos son lo que son: seres respetuosos de su entorno (social, político, económico y ecológico)". Pero la realidad es que el hombre por naturaleza, si bien es un ser sociable, tiende a ser reaccionario a esta condición. El hombre es social por conveniencia, no por naturaleza. Y para poder vivir en sociedad debe crear leyes y reglamentos que observen la conducta de cada uno de sus integrantes por igual. La ciudad entonces será eficientemente organizada en la medida que la base legal y la observación y cumplimiento de estas leyes, sean eficientes.
Se encontrará así entonces una relación directa entre la "belleza" de la ciudad y su base jurídica urbana, así como los mecanismos para que esta base sea respetada. Las reglas deben ser coherentes con la realidad urbana de la ciudad y en la medida que estas se hagan cumplir, el crecimiento de la ciudad podrá tender a un nivel óptimo.

Para corregir la ciudad la única manera es empezar por corregir, atinadamente, sus leyes y reglamentos y sujetarse a ellos... y esto no permite que todos opinen sobre el rumbo de la nave. No hay París sin Haussman o Barcelona sin Cerdà (pero tampoco con 100 como ellos). El urbanismo debe ser en gran medida un acto de tiranía.


sábado, octubre 29, 2011

la vieja propuesta para la ciudad nueva





"Allí donde los seres humanos crean problemas, los mismos seres humanos pueden lograr soluciones".
Carl Sagan

"Hay más problemólogos que solucionólogos".
Mafalda

"Mmmmm... me parece que dí una vuelta equivocada en Albuquerque..."
Bugs Bunny


... y esa vuelta equivocada en Albuquerque  se tomó hace más de un siglo, con la Revolución Industrial y el planteamiento de las nuevas zonificaciones urbanas. Separar los usos de suelo tajantemente, ahora lo entendemos, no era la solución para una vida urbana mejor.
¿Qué pasa entonces cuando después de un siglo del reinado del automóvil, del suelo impermeable, de la cultura del deshecho, queremos corregir el rumbo?
La forma en que el ser humano, tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo, ha venido viviendo desde finales del siglo XIX, es la principal causa de los problemas actuales que tienen que ver con el deterioro del medio ambiente y del equivocado uso de los recursos naturales. Pero replantear el "uso" de las ciudades no es fácil y probablemente sea imposible. 
Las ciudades crecieron principalmente por dos grandes inventos: el ascensor que permitió que las construcciones se elevaran más allá de la condición física del hombre para subir escalones, en el sentido vertical; y el automóvil que permitió el crecimiento horizontal haciendo posible la relación de espacios "funcionales" a mayor distancia uno de otro. De estos dos tipos de crecimiento "inhumanos" de las ciudades, el vertical y el horizontal, se derivan distintos tipos de problemas que la ciudad actual debe solucionar.

El crecimiento horizontal de las ciudades demanda a los gobiernos un crecimiento exponencial de los servicios (pues el crecimiento es generalmente concéntrico, no lineal), como pueden ser redes hidráulicas, sanitarias, eléctricas, seguridad, sistemas de transporte más complejos, así como el problema social que tiene que ver con el crecimiento zonificado socio-económicamente que conllevan a un tejido social fragmentado y muchas veces contrapuesto a su interior (zonas marcadamente diferenciadas por el poder económico de sus habitantes).
La solución sería frenar el crecimiento horizontal de las ciudades, intentando nuevos métodos de transporte que sean menos nocivos al medio ambiente, que reduzcan tiempos de traslado, que representen un ahorro en la economía de los habitantes y que generen menor contaminación.

El crecimiento vertical de las ciudades genera un impacto a las redes de servicios existentes para las que no estuvieron nunca calculadas o diseñadas. La densificación de zonas existentes, promoviendo vivienda vertical, solo será posible tras recalcular la capacidad de la zona para admitir un mayor número de habitantes. Una mayor densificación de la ciudad puede convertirse, muy fácilmente, en hacinamiento de sus habitantes.

La solución la debemos encontrar un poco más atrás. Si las ciudades se vieron obligadas a crecer, tanto horizontal como verticalmente, es por que su límite demográfico fue a todas luces sobrepasado. Frenar el crecimiento de la ciudad, en un sentido u otro, para intentar volverlas a hacer más "habitables", no tiene que ver con planes urbanos, sino con políticas de crecimiento demográfico.

La ciudad dejará de crecer solamente cuando su población deje de crecer.  

martes, octubre 18, 2011

steve jobs mexicano*





* columna publicada por JAQUE MATE en el diario Reforma del 17 de octubre de 2011, y que coincide con el espíritu de este blog por lo que de manera intacta se transcribe para su lectura y difusión.



"No es el dinero. Es la gente que tienes, la dirección que tienes, y qué tanto comprendes lo que está pasando".
Steve Jobs
¿Y si Steve Jobs hubiese sido mexicano?
Es muy probable que no hubiese encontrado una familia que lo tomara en adopción de recién nacido, como ocurrió en Estados Unidos, ya que las leyes en México parecen estar hechas para que los niños que son dados en adopción nunca encuentren un hogar.
De adolescente, habría sido detenido y extorsionado por policías que lo habrían considerado presa fácil por usar el pelo largo y quizá sustancias prohibidas.
Al abandonar sus estudios universitarios, habría sido rechazado por la sociedad y considerado un fracasado. Habría tenido que trabajar en un taller mecánico, con un horario extenuante que no le habría dejado tiempo para pensar, y con un sueldo que no le habría dado lo suficiente para sobrevivir con dignidad.
Su empresa, fundada en el garaje de la casa, habría sido cerrada por los inspectores por no dar las mordidas necesarias para operar.
Jobs habría pasado meses o años tratando de dar de alta la compañía ante Hacienda, el IMSS, la Secretaría de Relaciones Exteriores y la delegación o el municipio. Al final no habría tenido dinero para pagarle al notario.
En lugar de la primera computadora, la Apple 1, de 1976, su firma habría generado una torre de multas y requerimientos de la autoridad. Es muy probable que, después de algunos intentos, Jobs hubiese optado por vender calculadoras chinas en un semáforo de la ciudad.
Suponiendo que hubiera podido realmente empezar una empresa, ésta seguramente se habría quedado siempre pequeña. Jobs habría tenido que dedicar todo su tiempo e inteligencia para resolver problemas con el IMSS, el gobierno y los sindicatos, que lo habrían extorsionado impunemente. Las posibilidades de innovar y generar nuevos productos se habrían visto asfixiadas de raíz.
En caso de que hubiese podido desarrollar nuevas computadoras, los oligopolios en el negocio se habrían coludido para impedirle alguna penetración significativa en el mercado. Sus grandes rivales, por otra parte, habrían sido subsidiados por el gobierno.
Suponiendo que hubiese tratado de alcanzar el mercado internacional, sus costos habrían sido demasiado altos para competir. Los aranceles para importar insumos habrían elevado el precio de su producto final, mientras que los costos de seguridad (por ejemplo, el tener que mandar patrullas a cuidar los camiones que llevaban sus productos por las carreteras) lo habrían sacado del mercado.
Los reguladores mexicanos, por otra parte, habrían intervenido de inmediato si hubieran visto que tenía éxito. Tras producir sus primeras computadoras, los burócratas le habrían impedido entrar al mercado del internet, la telefonía o la música. Para eso necesitaría nuevas autorizaciones del gobierno.
Pero vamos a suponer que, a pesar de todo, Jobs hubiera podido crear una empresa remotamente cercana a la Apple con valor actual de 340 mil millones de dólares. Entonces habría surgido un movimiento político para castigarlo por su éxito. Se le acusaría de ser demasiado exitoso en lo empresarial y demasiado rico en lo personal. El gobierno decretaría un impuesto especial que le impediría seguir trabajando.
No es suerte que Steve Jobs haya podido lograr sus éxitos en el norte de California y que en México no hayamos tenido nunca un empresario tan revolucionario como él (los tenemos muy ricos, es cierto, pero no innovadores). Si Steve Jobs hubiese sido mexicano, es muy probable que hubiera terminado trabajando en la economía informal. Son las circunstancias las que definen hasta dónde puede lograr su potencial un individuo.

jueves, octubre 06, 2011

La ciudad negada, una oportunidad



"Un optimista ve una oportunidad en todo calamidad, 
un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad"
Winston Churchill


Donde solo hubo sol y arena hoy hay casi 150,000 habitaciones. Legalizar lo ilegal es en sí mismo un nicho de mercado, que se puede traducir, si se generan las condiciones necesarias, en un exitoso planteamiento urbano que convierta una situación negativa en una realidad de enorme rentabilidad; aprendamos de Las Vegas.

El negocio más grande y que mayor derrama económica reporta en el país es el de la transportación y venta de droga. El problema es que alrededor de ese negocio, o por el manejo que de este se ha hecho, giran violencia, corrupción, inseguridad, etc, etc, que hacen que este rebase la barrera de la legalidad para convertirse en la más rentable de las realidades.

Hablar de legalización es un tema espinoso, pero mientras el negocio, a pesar de las "bajas en su planta laboral", por llamarlo de alguna forma, sigue existiendo prácticamente intacto, es muy probable que ese estado fuera de la ley sea el que alimente las circunstancias que hoy amenazan al país.

Legalizar la droga para llevarla a una venta como la del cigarro o el alcohol es ciertamente un absurdo, pero aislarla en zonas permitidas, como fue el juego en Las Vegas, donde se pueda controlar su venta, distribución y cobro de impuestos, es todo un nuevo mercado de oportunidades.

Amsterdam vive en gran parte del turismo que genera su política de control de droga y prostitución. Encontrar espacios donde la legalidad sea posible sería tarea de legisladores y urbanistas. Crear ciudades nuevas, con los equipamientos necesarios para la actividad turística específica, debería marcar el principio de un entendimiento de la situación para sacar un provecho general. Sería un ejemplo de una negociación "ganar-ganar".
Yendo un poco más lejos con esta idea, la recuperación o reciclaje de espacios urbanos perdidos, ciudades fantasmas, que fueron abandonadas por sus habitantes al carecer de las condiciones para una actvidad económica favorable, pueden ser la partida para estos nuevos generadores de inversión, empleo, turismo y derrama económica.

Pensemos en una nueva época para ciudades como Real de Catorce, que por su condición de ciudad contenida, puede ser perfecta para el control de las actividades ahora legalizadas. Lo mismo podría pasar con ciudades nuevas que al estilo de Dubai o Las Vegas, florescan en el desierto, donde no hay mas que sol y arena.

El problema de hoy, puede ser la oportunidad para un mejor mañana.

sábado, septiembre 24, 2011

la ciudad y la libertad encerrada (II)



"I am the type of person who would go crazy without being around other people. Working from home or a rented office would get lonely fast."
Cliente de Starbucks


A los cambios de estilo de vida, quienes mejor y más rápido se adapten, serán los que sobrevivan. Cuando la gente abandona los espacios públicos para encerrarse en su "privada libertad" solo hay dos caminos posibles para los prestadores de servicios tradicionales: entrar a sus casas o sacarlos de ellas. 
Quienes optan por ofrecer el servicio a domicilio lo pueden hacer por la puerta, o por la red. Negocios como e-bay o amazon se basan en el concepto de la tienda virtual para llegar a los consumidores (que en cierto grado han abandonado la calle).  Pero también existen las empresas que aprovechando la infraestructura virtual de los primeros y sobre todo, la necesidad creada al consumidor por estar constantemente "on-line", tienden el anzuelo para sacarlo de su madriguera a su negocio-trampa. 
El espacio-función del "café" en la plaza (de la ciudad, no la plaza comercial), era el de proveer de un lugar a los habitantes para su socialización. Estos habitantes que ahora "socializan" de manera más virtual que física, pueden prescindir del café (en realidad pueden muchas veces prescindir de todo menos de comida y aire, pero eso ya es tema de la psiquiatría y esperemos no sea por algún tiempo de la arquitectura o del urbanismo).  Cadenas como Starbucks han entendido eso y se han creado espacios que venden la falsa imagen de bienestar donde uno puede compartir con otras personas un delicioso wi-fi descafeinado.   Los lugares de reunión son entonces estacionamientos para zombies tomando cafés-doble-macchiato-descafeinado-tibio-sin-azúcar. 
En la arquitectura como en todo, adaptarse o morir.

martes, septiembre 20, 2011

la ciudad y la libertad encerrada ( I )



"La libertad es un lujo que no todos pueden permitirse."
Otto von Bismarck


... y nos hemos encargado de que en la ciudad del siglo XXI no sea así. El lujo es poder vivir lejos de la libertad. La libertad es "eso" que queda fuera de las paredes de los conjuntos residenciales "protegidos" del resto de la ciudad. La libertad es a lo que tienen que enfrentarse quienes viven sin murallas, sin guardias controlando el acceso, sin circuito cerrado 24/7, sin cerca eléctrica perimetral o equipamiento intramuros que nos obliguen a salir a la ciudad.  El objetivo es vivir lejos de la ciudad dentro de la ciudad. 

Al no encontrar maneras mejores que nos lleven a ciudades más seguras, el urbanismo ha optado por encerrar a sus habitantes en hermosas jaulas de oro y promover ese estilo de vida como el del estándar más alto en el mercado. Hoy por hoy pagamos por vivir encerrados; pagamos por escaparnos de la ciudad hacia el interior de ellas. El espacio abierto, para la Generación Net, no será sinónimo de libertad sino de inseguridad. 

La plaza, lugar donde se concentraban los servicios y por lo tanto lugar de encuentro, se ha quedado vacía. 

Al buscar la densificación de las ciudades, traducida esta a células tipo supermanzanas o clusters donde habitación, servicios, recreo y trabajo convivan en estrechos radios de acción, evitando los traslados, también se producirá un efecto de des-socialización de la ciudad. La relación entre los habitantes será más difícil fuera de esos límites. Será entonces de suma importancia crear los espacios que provean a los habitantes de ese "pretexto" para socializar y entonces vivir en una ciudad sana.

Pero para lograrlo antes hay que frenar la idea de que "libre = peligroso".

miércoles, septiembre 14, 2011

¿quedarse observando o avanzar?



"Rome has not seen a modern building in more than half a century. It is a city frozen in time.”
Richar Meier




La imagen urbana se debate, irremediablemente, entre dos polos opuestos: el del conservacionismo, que pretende que el pasado fue mejor y se debe buscar regresar a él, y el del progresionismo que busca el avant-garde en cada acción sin voltear la cabeza atrás.
Ambos, como lo demuestran cada día, están obviamente equivocados. 
Tan inútil resulta tratar de "enmicar" las ciudades volviéndolas atemporales a su realidad presente, obsoletas en su uso, y negadas a su diálogo con sus habitantes, como, inútil también resulta apartar a la realidad urbana un pasado que es, finalmente, el que le da su forma actual.

Entonces ¿cuál es el camino que la imagen urbana debe seguir?
Aldo Rossi hablaba en su obra del genius locci, y es precisamente ese concepto el que la imagen urbana debe encontrar y preservar. Los edificios, antiguos o modernos, siempre deben seguir a la constante que no proviene de la genialidad del arquitecto individual, sino de la colectividad, en todos su ámbitos y tradiciones.
Cuando se logre encontrar el alma del pueblo que habita la ciudad, entonces se encontrará el camino que dicha ciudad debe seguir. Ya después todo será fácil.

domingo, septiembre 11, 2011

ordenar o re-ordenar la ciudad?



"Dios hizo el campo y el hombre la ciudad"

No es posible dejar de pasar la reflexión el día de hoy. Hace diez años el mundo cambió y no volvió a ser igual, eso es un hecho irremediable. Junto con las dos torres se desplomó un sistema social, político, económico y cultural que de otra forma seguiría siendo vigente hoy en día. Hoy a diez años parece ser que no hemos entendido todavía que el mundo cambió sin darnos aviso; parece que seguir haciendo las mismas cosas de la misma manera nos devolverán el mundo que conocíamos antes de esa mañana de septiembre...  "ten years have got behind you... no one told you when to run, you missed the starting gun..."
Las épocas de guerra y post-guerra han sido un catalizador tecnológico, social y artístico. El mundo ha sabido trabajar bajo presión para adaptarse, rápidamente, a las nuevas circunstancias. En esta ocasión parece que la humanidad siguiera estática esperando despertar de la pesadilla. 
Las dos grandes presiones con las que debemos trabajar, y a las que no hemos podido encontrar esa "rápida solución", en la primera década del siglo XXI son: el calentamiento global y la seguridad (social y económica). Y ambas convergen en una única solución irremediable: cambiar la forma en que vivimos; cambiar la forma de la ciudad.
Las ciudades a la vez que deben volverse sustentables deben también volverse blindadas. ¿Cómo es entonces posible pensar en un modelo de ciudad en el que sus habitantes se apoyen unos con otros para encontrar la vida sustentable si esos mismos habitantes no pueden confiar unos en otros y tratan, a toda costa, de vivir protegidos, aislados?
Las ciudades deberán crecer encaminadas a un nuevo sistema de relaciones sociales, con nuevas obligaciones con el entorno natural, político, económico y social. El desplome financiero, así como el social, no es otra cosa que la pérdida de la confianza, y tal vez esta sea, por un largo tiempo, la constante. La ciudad deberá encontrar la manera de hacer "comunidad" y proveer los espacios "seguros" donde el tejido social pueda ser sanado y, con suerte, regenerarse.

sábado, julio 30, 2011

el lujo de perder el tiempo




"Escoger el propio tiempo es ganar tiempo"
Sir Francis Bacon

La ciudad se vive de muchas maneras y a diferentes ritmos. Quien habita su ciudad lo hace con los ojos cerrados.

Parece ser que el "vivir" realmente la ciudad, es decir, el "ser" ciudadano, se logra cuando hemos caído en la rutina del día al día, lo que contradictoriamente nos aleja de la experiencia de re-descubrir día a día la ciudad. Estamos acostumbrados a ella, en el sentido de que se ha vuelo nuestra costumbre y por ende dejamos de verla, de sentirla, de admirarla y, lo que es peor, de disfrutarla. De ahí surge el concepto de "hacer turismo en nuestra propia ciudad", que propone dedicar tiempo a salirnos de la rutina y recorrera nuestras propias calles, espacios y monumentos como lo haría un turista que la visita por primera vez. Este concepto es agradable y sorprendente cuando se realiza.


.. pero ¿cuál es la delgada línea que separa al habitante de una ciudad del turista que la visita por un corto tiempo? ¿Tener un recibo de pago de servicios con nuestro nombre, un contrato de arrendamiento por un departamento, o las escrituras de una propiedad, nos convierten verdaeramente en ciudadanos? ¿Lo será el participar en las decisiones de gobierno, actos de caridad o eventos sociales?

Llegar a satisfacer la necesidad de "conocer" la ciudad y permancer en ese lugar más tiempo creo que es el primer paso a una "ciudadanía", es decir, el habernos apropiado de la ciudad y al mismo tiempo formar parte de ella a tal punto que podamos "perder el tiempo". Pasar un domingo aburrido, en el parque, molesto por que la tienda que nos gusta no abre ese día y poder escoger la película que matará la tarde, leer en la banca de la plaza que ya conocemos por que a esa hora los árboles le dan sombra, darse cuenta que la estación del año ha cambiado y ahora necesitamos comprar nueva ropa.

... haber caído en la costumbre de la ciudad.

viernes, julio 22, 2011

intrusos en nuestro entorno urbano


"Una generación se va, y una generación viene; pero la tierra subsiste aún hasta tiempo indefinido."
Eclesiastés 1:4

La ciudad no es nuestra; es el espacio que heredamos, es el remanente que dejan detrás las generaciones que vivieron antes de nosotros. La ciudad son historias de otros. Son logros de otros; y también sus derrotas. La ciudad son sus pasos sonando todavía en sus callejones y bajo la sombra de sus árboles.
Lo que llamamos nuestra ciudad no es en realidad nuestra, o por lo menos no lo es en casi toda su totalidad. Nuestra aportación a esa colección de espacios contenidos por los edificios que otros construyeron es mínima en proporción. Para hacer ciudad debemos empezar por entender lo que la ciudad debe representar para sus usuarios actuales. Qué llevó a las generaciones precedentes a hacer lo que hicieron y sobre todo, ¿qué derecho tenemos de cambiar el rumbo de sus decisiones?

Nuestro aportación a la ciudad será solo una vuelta más al tornillo del progreso, del rumbo de la ciudad... y debemos entenderlo. El camino estaba trazado antes de que llegaramos. Tenemos la responsabilidad de respetarlo, entenderlo y continuarlo.

Somos los intrusos actuales de un continuo urbano.

domingo, julio 17, 2011

sobre el espacio...




"Any relationship between a building and its users is one of violence, for any use means the intrusion of a human body into a given space, the intrusion of one order into another."
Tschumi in Architecture and disjunction


¿Si la concepción del espacio cambia, este cambia o siempre permanece estático? A finales del s.XX B. Tschumi lanza un juego de preguntas divergentes sobre el concepto del espacio. Esa serie de preguntas, leídas a casi 20 años de distancia parecen tener respuestas diferentes a las que pudieron haber tenido entonces. El espacio se entiende, se define y se vive diferente ahora. Se ha desmaterializado, pulverizado, atomizado. Está dejando de ser físico y se está transformando sobre todo a un espacio filosófico.

1.0 ¿Es el espacio algo material, dentro del cual se pueden localizar más cosas materiales?

1.1 ¿Si el espacio es algo material, entonces tiene límites?

1.11 ¿Si el espacio tiene límites, entonces hay otro espacio fuera de esos límites?


... etc.

La revisión de las teorías de la arquitectura y su aplicación en nuevos contextos es un ejercicio un tanto morboso y a la vez importante para darnos cuenta del lugar en el mapa histórico-filosófico en el que nos encontramos y poder así trazar una ruta y predecir cuál será nuestro siguiente destino... es decir, hacia dónde vamos como seres ligados a una realidad espacial cambiante.

Las preguntas pueden tener respuestas, pero siempre serán distintas en cada momento, por lo que siempre serán preguntas abiertas, tiradas al aire.

domingo, julio 10, 2011

"Antes vivíamos en granjas. Luego vivimos en ciudades, ahora vamos a vivir en la Red"
de "Social Network".

Si facebook fuera un país, sería el 3er país más poblado del mundo. Es una frase muy dura, pero también es una frase muy real. Las relaciones sociales se están desarrollando más allá de las ciudades, es decir, más allá de los límites físicos del hombre. Así como el dinero ha dejado de existir y solo son números en una computadora central de un banco, las personas se están disolviendo en ideas que fluyen por redes de cableado óptico. Este tipo de relaciones potencializa la posbilidad de que seres humanos con intereses similares se encuentren y "convivan", aunque jamás se reúnan físicamente.
¿Qué pasa entonces con la ciudad? Esta nació de la necesidad del hombre de socializar para así satisfacer sus necesidades primarias. La vida en conjunto formaba la sociedad necesaria y esta se organizaba en ciudades. Si la sociedad se desarrolla más allá de los límites físicos ¿cómo afecta esto al desarrollo de la ciudad? ¿Esta tenderá a disolverse, al no ser el conjunto físico ya la única manera de formar sociedad? ¿Los grupos que se encuentran en la red tenderán ahora a buscar su encuentro físico, saltando las barreras de países, idiomas y culturas? ¿La aldea global habrá encontrado el mortero que finalmente la una y facilite una economía-sociedad mundial?

Todas estas preguntas, una vez escritas, se vuelven obsoletas, el cambio va mucho más rápido y en todas direcciones. La metápolis es la ciudad en la que 1 de cada 3 seres humanos viven y socializan...

... esto deberá tener algún efecto en la ciudad tradicional muy pronto. Probablemente, cuando apaguemos la Red, nos demos cuenta que regresamos a vivir en la granja.

algunos datos más de donde partir...

sábado, julio 09, 2011

la ciudad y el orden


¿podría esta ser la solución a los problemas que devienen del des-ordenamiento urbano?...

.... podríamos intentarlo.

amor urbano (¿o a la urbe?)



Las almas de la ciudad




"Las ciudades son el abismo de la especie humana."
Jean-Jacques Rousseau


Cierro los ojos. Estoy en París, es una mañana de invierno y en la rive gauche, entre tonos grises y gente vestida de negro, siento emoción. Y la pregunta regresa siempre: ¿cómo una ciudad puede ser tan bella? ¿En qué consiste la belleza de la ciudad? París es ritmo, es constancia, son monumentos, ejes, remates, espacios vacíos llenos de simbolismo, es sobre todo unidad, es orgullo. París también es tiempo detenido, congelado. París es una época grandiosa que no quiere cambiar.

Vuelvo a cerrar los ojos. Estoy en Barcelona, es fin de verano y los fuegos artificiales para festejar a la Mercé llenan el cielo de ruido y color. Barcelona es color y movimiento. Es orden. Su belleza es una constante del tiempo, pero cada época se puede leer, perfectamente ordenada, en sus calles, sobre sus edificios. Barcelona son muchas unidades conviviendo. Y la pregunta regresa: ¿cómo una ciudad puede haber sido siempre tan bella?

... y si las ciudades son el resultado de las acciones de su gente, son el resultado de las fuerzas sociales, económicas, culturales y políticas de la suma de sus épocas, es ahí donde se encuentra la respuesta. La ciudad es el conjunto de las voluntades, a través del tiempo, de sus habitantes. La ciudad es filosófica antes que física. La ciudad no es el resultado de las fuerzas naturales sobre la materia de sus edificios; la ciudad es el resultado de la capacidad y voluntad de quienes día a día la hacen, cada uno de ellos durante cada uno de sus tiempos. Si la ciudad es bella es por que así se ha pensado, así se ha buscado, así se ha salvaguardado, siempre comenzando por la relación de sus habitantes.

Las ciudades son feas por que el alma de sus habitantes está corrompida. Donde hay envidia y revancha jamás habrá una ciudad bella. Para hacer ciudad se debe empezar por hacer sociedad.

lunes, julio 04, 2011

El arquitecto debe ser algo más




“Creo que los arquitectos deberían convertirse en algo mucho más político, más antropológico y más económico”
Rem Koolhaas

Ya que la arquitectura, tomada como la transformación material de las ideas, es no otra cosa sino el producto de "fuerzas" que caen más en el ámbito de las humanidades que en el de las ciencias exactas, el arquitecto es al mismo tiempo un ser producto de su realidad psicologica, religiosa, social, económica, política, legal. Es la criba de las ideas para ser materializadas y dar un entorno construido al hombre. Es punto de partida y de llegada; principio y fin de su entorno. Sus ideales lo crean y al crearse le dan un lugar para poder idear.
Las ciudades, además de responder a los factores físicos del lugar, responden a la psiqué colectiva de su historia. Están marcadas por los momentos de sus aconteceres físicos-históricos así como de sus "momentos ideales colectivos". Es imprescindible saber leerlos para poder conservarlos y proyectarlos como la identidad propia del lugar.
Ese deberá ser el espíritu de la ciudad...

... y siempre se encuentra en constante transformación.

domingo, julio 03, 2011

Arquitectura "humana"




“De cualquier modo el arquitecto tiene una tarea obvia: estamos aquí para humanizar la naturaleza mecánica de los materiales”
Alvar Aalto


Por ser un acto del hombre, la arquitectura refleja sus cualidades y carencias, sus ideologías y tropiezos, su búsqueda y su negación. La arquitectura como producto de la colectividad humana está creada a su imagen y semejanza. Leer la arquitectura, la ciudad, sus esquemas básicos y sus proyecciones, es entender la filosofía humana, pero sobre todo, su capacidad (mucha o poca) de plantear sus objetivos y resolver sus problemas. Nosotros hemos llevado a nuestro entorno habitable tan lejos (o cerca) como hemos podido en la suma de nuestros conjuntos históricos; ni más, ni menos.

Pasando de la aldea, a la ciudad amurallada, a la ciudad industrial, a la ciudad post-industrial, hasta llegar a la metápolis, la búsqueda de nuevos materiales que hagan posibles las "nuevas" arquitecturas, ha sido constante. La mecánica de los materiales se ha vuelto más ligera, más dúctil, más maleable, hasta llegar a su atomización y más allá. El material ha de dejado de ser materia y se ha vuelto virtual. Las fuerzas que aglutinan la ciudad ya no son físicas, son ideales, son filosóficas, son etéreas y sobre todo, son volátiles. La ciudad se crea y se destruye con un click; se prende y se apaga. Cada día la ciudad pierde sus bits de piel para volverlos a recuperar, completamente invertidos, en el siguiente momento. Sin moverse, la ciudad cambia constantemente. La movilidad física se pierde y la ciudad vuela entre antenas de transmisión.

¿Será que la búsqueda de la nueva materialidad ha terminado o, simplemente, es esto un estado más del caos que la humanidad se ha vuelto?

sábado, julio 02, 2011

Hacer arquitectura... con imaginación




“La arquitectura es el triunfo de la imaginación humana sobre materias, métodos, y hombres, para poner al hombre en la posesión de su propio mundo. Es por lo menos el patrón geométrico de cosas, de la vida, del mundo humano y social. Es en el mejor de los casos ese marco mágico de la realidad que a veces rozamos cuando utilizamos la palabra -orden-”
Frank Lloyd Wright

El entrenamiento mental del arquitecto, desde la escuela, no debe ser simplemente dirigido a explotar su mayor potencial artístico-conceptual. El quehacer del arquitecto va mucho más allá del "punto, línea, plano.." y la imaginación debe ir enfocada a resolver los más complejos problemas, casi siempre de otros ámbitos muy lejanos al del "arte".
La arquitectura de la ciudad está formada por leyes de tipo social, económico, cultural y en un muy mínimo porcentaje, artísticas. Es ahí donde el "pensar en arquitectura" comienza. El arquitecto, como responsable principal del rumbo de la ciudad y del entorno edificado, debe volverse un ser imaginativo, para que el objeto final, satisfaga y se apoye en todas las leyes que actúan sobre él.
El astuto manejo de las leyes y sus reglamentos, la economía de los mercados, la publicidad, la sociología, la ingeniería, la administración, entre otros, deben ser resueltos con gracia y rapidez para que al final salvemos un poco de tiempo y espacio al diseño (que a su vez necesita retroalimentarse de todo lo anterior para ser efectivo y correcto).
La tantas veces oída "dibujas muy bonito, seguro vas a ser arquitecto" se convierte en una frase por demás peligrosa, tanto para el individuo como para la colectividad.

miércoles, junio 29, 2011

El más biológico de los actos humanos




"Vida ciudadana: millones de seres viviendo juntos en soledad"
Henry David Thoreau


La ciudad tiene vida. Crece, se desarrolla y muere. El hombre, buscando su semejanza con su Creador, siempre ha buscado poder dar vida, sin darse cuenta, que el más grande de sus artefactos es al mismo tiempo el que por su complejidad y temporalidad, el que más se acerca a una vida "biológica".
La ciudad es el resultado vivo de la vida de los seres que la forman y conforman día a día. No es la historia de nadie, pero es la historia de todos.
Así como se puede descifrar el crecimiento de los árboles por sus anillos, la ciudad se puede leer por su partes que la forman: los edificios, su traza, sus hitos, sus espacios y su materialidad, su luz y su sombra, su inicio y su fin.
Pero el crecimiento no se da cuando un tabique es colocado sobre otro, sino cuando alguien tuvo la intención de ponerlo ahí. La ciudad no es punto de partida, sino resultado. El alma de la ciudad son las ideas de sus habitantes, es el resultado de sus actos, es el curso que le hace tomar su legislación y su economía. Las fuerzas que la crean no están en el mundo de la física sino en el de la filosofía.

Cuando, todavía como estudiante de arquitectura, T. González de León propuso el plan rector de lo que sería el nuevo campus de la Universidad, dispuso las carreras una al lado de la otra por sus relaciones escenciales, como si de un cuerpo se tratara. Emepezando por las humanidades: filosofía, letras, derecho, luego economía, para seguir con las ciencias: odontología, medicina, química, ingenierías, y al final, cerrando el círculo, arquitectura, como símbolo de la unión de las humanidades con las ciencias.

La ciudad nos alberga, y nosotros, con nuestras ideas y actos, le damos vida.