domingo, noviembre 04, 2012

en dónde estábamos?


"... vive vivo como muerto,
hasta que muerto estés vivo"


La muerte tiene muchas formas de llegar a nosotros y nosotros muchas oportunidades para comprenderla. Las máscaras que usa son las indicadas para cada momento de nuestro existir, de nuestro entendimiento. Pero la muerte también es nacimiento. Nacer es empezar a morir, pero también, conocer la muerte es sabernos nacidos.
Y la muerte como arquitectura se me presentó enclavada en Cataluña; asomada entre ruinas románicas, rodeadas de montañas, en un clima frío y desierto. Entre piedras su cara era negra. Sus líneas rectas. Sus proporciones perfectas y abstractas a ese lugar. No había duda, su seriedad y paciencia no necesitaban nombre y su encuentro, transformado en arquitectura sublime, formaría parte del álbum de recuerdos indelebles en ese viaje de iniciación.

El lugar es Castellnou de Bages, y en este día, después del homenaje a los muertos, su memoria regresa, aunque, cada día, la tengo como parte integral de mi vivir cotidiano. No solo metafóricamente, sino físicamente, pues esa imborrable idea formal es parte de la casa que habito. Por eso dicen que el trauma que uno recibe al conocer la muerte es tan grande, que es lo único que nunca más podemos olvidar en la vida.