sábado, julio 10, 2010

... y luego?


Debe ser natural que al relacionarse por tanto tiempo, dedicarle atención, dedicación y por qué no, hasta cariño, se sienta un "down" al acercarse al final del proceso constructivo/creativo (los detalles terminan resolviéndose en la obra y por ello el proyecto es constante y no termina, cuando debería terminar, al comenzar la obra).
Es el problema del chiclero: no te vendo todos mis chicles porque ¿luego qué vendo?
Si bien es importante cerrar ciclos, también es importante aprender a saber qué hacer después y como empezar uno nuevo, o en las mejores de las veces, retomar los que se dejaron al lado para darles el requerido seguimiento.

Así es esto....

... y es bueno.